Por Steve Holland
WASHINGTON (Reuters) - Los republicanos parecen encaminados a conseguir avances importantes y posiblemente hacerse con el control del Senado estadounidense el martes en las elecciones legislativas de medio mandato, que podrían servir como un referéndum público sobre la gestión del presidente Barack Obama.
Millones de estadounidenses votarán para elegir a 36 senadores, 36 gobernadores y a los 435 miembros de la Cámara de Representantes en campañas influidas por la baja tasa de aprobación a la gestión de Obama, el bloqueo partidista en Washington y una economía estadounidense que no está creciendo lo suficiente para ayudar a la clase media.
Se espera que los republicanos consigan aumentar sus escaños en el Senado, pero las encuestas muestran que ocho de cada 10 carreras todavía son imprevisibles y no está claro si pueden ganar los seis asientos que necesitan para controlar la cámara de 100 miembros por primera vez desde las elecciones de 2006.
La batalla por el control del Senado también podría extenderse más allá del martes por la noche. Las carreras en el Senado con múltiples candidatos en Louisiana y Georgia, donde el ganador debe obtener más del 50 por ciento de los votos, podrían verse obligadas al desempate en diciembre y enero, respectivamente.
Hacerse con el Senado daría a los republicanos, que también podrían conseguir mayoría en la Cámara de Representantes, un control absoluto de ambas cámaras del Congreso.
Eso constituiría el mayor cambio político desde que Obama llegó a la Casa Blanca a principios de 2009 y complicaría sus dos últimos años en el cargo, quizás obligándole a hacer más concesiones a sus oponentes republicanos de las que querría.
La Casa Blanca trató de subestimar las perspectivas de cambios bruscos en la estrategia del presidente después de las elecciones. El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest destacó que muchas de las carreras al Senado más importantes estaban en problemas en estados donde Obama perdió ante el republicano Mitt Romney en las elecciones de 2012.
Los senadores demócratas están batallando por la reelección en Alaska, Arkansas, Louisiana y Carolina del Norte, todos ganados por Romney en 2012. El senador demócrata Mark Udall también está en una carrera apretada en Colorado, un estado bisagra, y la lucha por sustituir al senador demócrata Tom Harkin en Iowa es imprevisible.
Los republicanos están en una competencia reñida para retener sus escaños en Georgia y Kansas.
Obama se enfrentará a presiones para hacer cambios en la Casa Blanca si su partido pierde el Senado. Una encuesta de Reuters/Ipsos mostró que el 75 por ciento de los encuestados creen que la administración necesita "repensarse" cómo abordar los asuntos importantes a los que se enfrenta Estados Unidos(bit.ly/1ph8sLs). El 64% dijo que Obama debería sustituir a algunos de sus altos cargos después de las elecciones.