Por Emma Batha
LONDRES (Thomson Reuters Foundation) - Los traficantes de inmigrantes a través del Mediterráneo tienden a encerrar a los africanos --incluyendo a mujeres y niños-- en las bodegas de las embarcaciones más que a los sirios o a otros procedentes de Oriente Próximo, dijo un responsable que entrevistó a supervivientes el viernes.
Hasta 900 personas podrían haberse ahogado el fin de semana pasado cuando sus embarcaciones volcaron al intentar alcanzar las costas europeas procedentes de Libia, quedando muchas personas atrapadas bajo la cubierta.
Itayi Viriri, portavoz de la Organización Internacional para la Migración (OIM), dijo que los estremecedores testimonios de inmigrantes muestran que el trato de los traficantes hacia los africanos subsaharianos es especialmente "inhumano y horrible".
Viriri, que se reunió con supervivientes de la última tragedia en el puerto siciliano de Catania esta semana, dijo que los inmigrantes que llegaban por mar aseguraban haber sido golpeados, despojados de sus pertenencias, privados de alimentos y obligados a beber aguas sucias.
No obstante, los procedentes de Oriente Próximo reciben un tratamiento preferente, aparentemente porque pagan más, explicó Viriri.
"La realidad es que en embarcaciones donde hay varias cubiertas, aquellos que pagan menos --habitualmente, los africanos subsaharianos-- se encuentran en las bodegas, a veces incluso encerrados", explicó.
"Cuando un barco vuelca, los que sobreviven suelen ser los que están más arriba. Los que están encerrados en las bodegas, (a menudo) niños y mujeres, son los únicos que no pueden hacerlo", añadió.
En torno a 2.000 inmigrantes han muerto en el mar en lo que va de año intentando alcanzar las costas europeas, pero el naufragio del domingo es, posiblemente, el peor de la historia.
La OIM dijo que los traficantes estaban explotando la situación anárquica que se vive en Libia, desde donde suelen partir las embarcaciones.
Viriri dijo que los inmigrantes pueden quedarse en casas durante semanas, o meses, hasta que un barco esté listo para zarpar.
"Uno de los hombres con los que hablamos nos habló de palizas repetidas, de gente a la que se le pide más dinero a pesar de que ya han pagado y (de gente siendo) robados, asaltados".
"Otro hombre nos contó que había tenido que aumentar el precio de su pasaje, de 600 dólares, hasta tres veces," añadió.
Algunos de los inmigrantes son obligados a embarcar en las naves, a veces desvencijadas, incluso si han cambiado de opinión, dijo Viriri.
REACCIÓN DE LA UE
La OIM dio la bienvenida a la decisión de la Unión Europea de triplicar los fondos para su operación de búsqueda marítima en el Mediterráneo, después de la cumbre de emergencia que se celebró el jueves.
Sin embargo, el organismo aseguró que debería hacer más para incrementar las opciones de reasentamiento para aquellos que huyen de conflictos, de modo que no tengan que recurrir a los traficantes.
Viriri dijo que los países europeos deberían reubicar al menos a unos 20.000 refugiados cada año hasta 2020. Muchos gobiernos de la UE se niegan a aceptar más refugiados en su territorio y están en desacuerdo sobre cómo repartir las responsabilidades.
Casi 24.000 inmigrantes llegaron a la costa italiana en lo que va de año, según las cifras de la OIM. La mayor parte de ellos proceden de Gambia, Senegal, Somalia y Siria.
El año pasado se registraron 170.100 entradas, cuatro veces superior al total de 2013. Entre ellos se encontraron más de 42.000 sirios y 34.000 eritreos, y cerca de 10.000 malienses y 9.000 nigerianos.
Grecia también vio más de 12.600 llegadas por mar en los primeros tres meses del año, y unas 43.500 el año pasado.