Por Ellen Wulfhorst
NUEVA YORK (Fundación Thomson Reuters) - Boko Haram y los milicianos de Estado Islámico promueven la esclavitud moderna y la comunidad internacional debe estar más coordinada, además de aumentar los casos penales para frenar esas prácticas, dijo esta semana un grupo de expertos de la ONU y de un fondo privado.
"La esclavitud persiste porque la dejamos persistir", dijeron la Universidad de Naciones Unidas, un grupo de la Asamblea General del organismo, y el fondo privado anti esclavitud Freedom Fund en uno de dos reportes conjuntos.
"Con el surgimiento de Boko Haram y EI, el tabú global contra la esclavitud es, por primera vez en la memoria viviente, desafiado abiertamente en la escena internacional", dijeron en el reporte "Fighting Modern Slavery".
"Este tabú parece estar debilitándose, no reforzándose", agregó.
Los esfuerzos existentes en la lucha contra la esclavitud que afecta a unos 21 millones de personas están fragmentados y desconectados, dijeron los dos organismos.
Las naciones deben aumentar los casos penales tanto a nivel doméstico como internacional para reforzar la prohibición contra el trabajo forzado, el tráfico sexual y otras formas de esclavitud, dijeron.
El reporte "Fighting Modern Slavery" citó a Boko Haram, los milicianos islamistas en Nigeria, y los combatientes del grupo radical Estado Islámico en Siria e Irak como promotores de la esclavitud, que organizan mercados de esclavos y abogan por el restablecimiento de la práctica como política oficial.
La esclavitud y el tráfico se aprovechan de millones de personas vulnerables, y la práctica persiste "desde operadores de hornos locales en el sur de Asia a grandes firmas internacionales de construcción vinculadas a mega eventos deportivos" debido a la ausencia de medidas de cumplimiento, según el informe.
El Departamento de Estado estadounidense estima que en todo el mundo existen unos 9.000 casos penales por año por delitos relacionados con el tráfico, incluido sexual, señaló el informe.
Si bien las compañías están bajo creciente presión para erradicar la esclavitud de sus cadenas de suministro, las acusaciones penales son inusuales, concluyó.
(La Fundación Thomson Reuters es una rama de Thomson Reuters que cubre noticias sobre temas humanitarios, de género, corrupción y cambio climático. Visite www.trust.org.; Editado en español por Patricia Avila)