BERLÍN (Reuters) - El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, instó el domingo a Arabia Saudí a dejar de apoyar a radicales religiosos en medio de la creciente preocupación entre los políticos alemanes sobre la financiación de mezquitas militantes por parte del mayor exportador de petróleo del mundo.
La inusual crítica se produce tras la publicación de un informe de la agencia de inteligencia exterior de Alemania, BND, que sugiere que la política exterior de Arabia es cada vez más "impulsiva".
El gobierno alemán reprendió a la BND por hacer tales sugerencias acerca de este importante socio comercial y actor de peso en las conversaciones internacionales para encontrar una solución política a la crisis de Siria.
"Necesitamos Arabia Saudí para resolver los conflictos regionales", dijo Sigmar Gabriel, jefe de los socialdemócratas (SPD) que comparten el poder con la canciller conservadora Angela Merkel, al rotativo dominical Bild am Sonntag.
"Pero debemos al mismo tiempo dejar claro que el momento de mirar hacia otro lado ha pasado. Las mezquitas wahabíes se financian en todo el mundo gracias a Arabia Saudí. En Alemania, muchos islamistas peligrosos provienen de estas comunidades", dijo el político.
Arabia Saudí sigue la forma wahabí ultraconservadora del Islam. El país árabe ha tomado medidas enérgicas contra los yihadistas en casa y ha reducido las transferencias de fondos hacia los militantes, pero algunos grupos, incluyendo el denominado Estado Islámico (IS) y Al Qaeda, siguen una interpretación extrema de la rama salafista del Islam de los cuales el wahabismo era la cepa original.
Alemania está preocupado por el creciente apoyo para el salafismo. La agencia nacional de inteligencia dice que el número de salafistas se ha elevado a 7.900, frente a los 5.500 hace apenas dos años.