Por Michel Rose
PARIS (Reuters) - La estrategia de Emmanuel Macron para las elecciones europeas del próximo año está tomando forma y el presidente francés lo ve en términos claros: una batalla abierta entre nacionalistas contrarios a la inmigración por un lado y los progresistas favorables a la UE en el otro.
Durante una gira por los países nórdicos esta semana, el mandatario se apresuró a recoger el guante arrojado por el viceprimer ministro de Italia, Matteo Salvini, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, que conjuntamente etiquetaron a Macron como su enemigo número uno.
"Está claro que hoy se está generando una fuerte oposición entre nacionalistas y progresistas", dijo Macron cuando se le preguntó en Milán sobre la alianza entre los dos líderes contrarios a la inmigración.
"Si quieren verme como su principal oponente, tienen razón", dijo.
Europa ha experimentado un auge de los partidos ultraderechistas y antiinmigrantes en las recientes elecciones nacionales y regionales, después de una crisis humanitaria que provocó que millones de personas que huían de la guerra y la pobreza en Oriente Próximo y África terminaran en Europa.
Macron, un eurófilo que dijo que la canciller alemana, Angela Merkel, había "salvado la dignidad de Europa" acogiendo a un millón de refugiados, ha sido criticado por sus oponentes en la UE como demasiado blando en materia de inmigración, a pesar de su reputación de línea dura sobre el tema en su propio país.
En opinión de Macron, esta división será determinante cuando los votantes de los 27 estados miembros de la UE elijan nuevos miembros para el Parlamento Europeo el próximo mes de mayo, una elección que los nacionalistas ven como una excelente oportunidad para ampliar su influencia y obstaculizar una integración más estrecha de la UE.
Tras crear su propio movimiento para ganar la presidencia francesa, frustrando a los partidos tradicionales de izquierda y derecha, Macron espera repetir la hazaña a nivel europeo, aunque se trata de una tarea más arriesgada e impredecible.
"Más allá del ideal europeo de Emmanuel Macron, obviamente hay un objetivo político muy fuerte en juego en esta batalla entre progresistas y nacionalistas", dijo Bernard Sananes, del instituto Elabe.
"Se trata de tener al Frente Nacional como único oponente, una especie de repetición de la segunda vuelta (de las elecciones presidenciales francesas), y atraer a los movimientos de centroderecha de Francia hacia su partido", dijo.
(Información de Michel Rose; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)