Por Catarina Demony y Miguel Pereira
ODEMIRA, 8 ago (Reuters) -Cerca de 1.000 bomberos combatían el martes un incendio que lleva cuatro días arrasando miles de hectáreas en el sur de Portugal y que ha obligado a evacuar a unas 1.400 personas.
El incendio comenzó el sábado en el municipio de Odemira, en la región del Alentejo, y se ha extendido hacia el sur, en dirección al Algarve, uno de los principales destinos turísticos de Portugal.
Las altas temperaturas y los fuertes vientos han complicado los esfuerzos de los bomberos y seis aviones hidrantes para combatir las llamas, que han destruido unas 7.000 hectáreas, entre ellas grandes extensiones de muy inflamables pinos y eucaliptos.
José Ribeiro, comandante de la autoridad de emergencias y protección civil, dijo que se esperaba que las condiciones meteorológicas siguieran siendo un desafío.
Poco antes de la puesta de sol del lunes, el cielo de Odemira se oscureció mientras una enorme nube de humo llenaba el aire.
El alcalde de Odemira, Helder Guerreiro, calificó la situación de "crítica, difícil y compleja", mientras que Ribeiro dijo que el perímetro del incendio había sido contenido por ahora, pero que aún quedaba trabajo por delante para controlarlo.
"Es una situación preocupante", dijo Ribeiro a los periodistas durante una reunión informativa matinal, en la que añadió que había dos frentes activos, uno de los cuales se dirigía a Monchique, una zona montañosa de abundante vegetación en la campiña del Algarve.
CORTAFUEGOS
Andre Fernandes, comandante nacional de la ANPC, dijo que se estaban usando excavadoras para construir cortafuegos y evitar que las llamas se propaguen aún más.
Monchique, que ardió por última vez en 2018, es popular entre los lugareños y los turistas debido a sus aguas termales y hoteles.
Unos 20 pequeños pueblos, uno de ellos en Monchique, cuatro alojamientos turísticos y un camping han sido evacuados por precaución. También ha sido cortadas varias carreteras.
Hay varios incendios en Portugal, pero el de Odemira es el más preocupante, según Fernandes.
Este verano, la mayoría de los países del sur de Europa se han enfrentado a temperaturas récord en plena temporada turística, lo que ha llevado a las autoridades a advertir de riesgos para la salud.
Los científicos afirman que, debido al cambio climático, las olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y se extienden a lo largo de las estaciones.
En Portugal, las autoridades han declarado más de 120 municipios de todo el país, incluidos Lisboa, Alentejo y Algarve, en situación de riesgo máximo de incendios.
"Las condiciones meteorológicas que vamos a vivir en los próximos días hacen que cualquier pequeño suceso (incendio) pueda convertirse en uno grande", declaró en rueda de prensa la secretaria de Estado de Protección Civil, Patricia Gaspar.
(Información de Catarina Demony, Miguel Pereira y Pedro Nunes; editado por Leslie Adler y Christina Fincher; editado en español por Javi West Larrañaga)