(Reuters) - El columnista del New York Times David Carr falleció el jueves después de desplomarse en la redacción del periódico, informó el diario. Tenía 58 años.
Carr escribía la muy leída columna Media Equation que aparecía en la sección de negocios los lunes y se centraba en "los medios de comunicación y su intersección con las empresas, la cultura y el Gobierno", según su biografía en la página web del New York Times.
También trabajaba para la sección de cultura del periódico y destacó en "Page One: Inside The New York Times", un documental de 2011 sobre la publicación.
El NY Times dijo que Carr se desplomó en la redacción del diario y que fue descubierto sobre las 9 p.m. hora local (0200 GMT). Después fue declarado muerto en el hospital Saint Luke's Roosevelt.
Horas antes, Carr moderó una discusión de expertos sobre "Citizenfour", el documental que narra la filtración de documentos del exanalista de seguridad estadounidense Edward Snowden, con la directora Laura Poitras, el periodista Glenn Greenwald, y Snowden, dijo el periódico.
"Fue el mejor reportero de medios de comunicación de su generación, un hombre asombroso y divertido que era uno de los líderes de nuestra redacción", dijo el editor ejecutivo del Times, Dean Baquet, en un correo electrónico enviado a la plantilla.
Carr es la segunda figura del periodismo estadounidense que muere en los últimos dos días.
El miércoles, el veterano corresponsal de CBS News Bob Simon murió en un accidente de coche en Nueva York a los 73 años. Simon cubrió importantes conflictos internacionales durante su carrera de décadas y sobrevivió a una prisión iraquí.
Carr se unió al New York Times en 2002, después de trabajar para el Atlantic Monthly y la revista New York.
Anteriormente en su carrera, Carr fue editor del semanal alternativo de Washington D.C., Washington City Paper, y editor del semanario de Minneapolis Twin Cities Reader.
En 2008 Carr publicó su libro de memorias "The Night of the Gun", que se centraba en su recuperación de su adicción a las drogas.
Carr vivía en Montclair, Nueva Jersey, y deja mujer, Jill Rooney Carr, y tres hijos.