MADRID (Reuters) - La senadora y exalcaldesa de Valencia Rita Barberá murió el miércoles en Madrid después de sufrir un infarto a los 68 años en un hotel cercano al Congreso de los Diputados.
Barberá fue una de las figuras más destacadas del Partido Popular durante décadas, y durante casi 24 años alcaldesa de la ciudad de Valencia, capital de una región que protagonizó grandes escándalos de corrupción vinculados al PP.
Una portavoz de emergencias dijo que a las 0700 horas de la mañana recibieron un aviso para atender a Barberá, pero que tras media hora de reanimación sólo pudieron confirmar su muerte.
"Estamos enormemente afectados. Le ha dedicado su vida a Valencia, fue 24 años alcaldesa, (..) le ha dedicado su vida al PP", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su primera reacción tras conocer el fallecimiento de la histórica política. "Me siento enormemente apenado (...), realmente se hace muy duro esto", añadió en los pasillos del Congreso.
El también presidente del Partido Popular reveló que su última conversación con Barberá hace pocos días fue con motivo de la declaración de la senadora el lunes ante el Tribunal Supremo, que la investigaba por el supuesto blanqueo de capitales en la finanaciación del partido.
Su última aparición pública antes de fallecer fue precisamente ante el tribunal y en calidad de investigada por el caso, enmarcado en las investigaciones sobre una supuesta trama de corrupción del PP en Valencia.
Tras conocerse su imputación hace meses, Barberá abandonó el Partido Popular ante las presiones internas de la formación, pero se negó a dejar su acta de senadora, pasando a formar parte del Grupo Mixto en la Cámara Alta.
No fue la única vez que Barberá había tenido que declarar ante los tribunales, puesto que ya tuvo que hacerlo como testigo en el juicio del mediático caso Nóos - en el que se juzga a la hermana del rey Felipe VI y a su marido - y de manera voluntaria ante el juez que instruye en Valencia el caso "Imelsa", por el que acabó siendo investigada.
MINUTO DE SILENCIO
El Congreso de los Diputados inició su sesión plenaria con un minuto de silencio nada más conocerse el fallecimiento de la histórica alcaldesa en el que participaron todos los grupos parlamentarios, excepto Unidos Podemos.
"Lamentamos el fallecimiento de cualquier ser humano y transmitimos nuestras condolencias a los familiares y amigos de Rita Barberá, pero un minuto de silencio es un homenaje póstumo y nosotros no vamos a participar en un homenaje a una persona cuya trayectoria política ha estado marcada por la corrupción" dijo el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, a periodistas en los pasillos del Congreso.
En cambio, los representantes de Compromís, partido que ha ejerció una fuerte oposición contra Barberá en Valencia hasta que con un pacto con los socialistas la desbancó del mando del consistorio, sí que ha guardado silencio en recuerdo de Barberá.
"Desde las diferencias políticas que nos separaban, no podemos más que estar al lado de sus familiares, compañeros y amigos en su dolor y trasladarles nuestras condolencias", dijo también el grupo de Compromís en el Senado.
En tanto, algunos de los que hasta hace dos meses fueron compañeros de partido de Barberá han expresado su malestar por las duras críticas que la senadora recibió en los meses previos a su muerte tras verse salpicada por las investigaciones judiciales.
"Cada uno tendrá sobre su conciencia las barbaridades que ha dicho sobre Barberá sin ninguna prueba", dijo Rafael Catalá, ministro de Justicia, mientras que el expresidente del Congreso Jesús Posadas dijo que Barberá había sufrido en los últimos meses una "cacería injustificada".