Por Shoon Naing y Simon Lewis
KYAUKTAN, Myanmar (Reuters) - Las autoridades de inmigración de Myanmar detuvieron el viernes a 106 musulmanes rohinyá a bordo de un barco que había salido de Rangún, dijeron los funcionarios, lo que hizo temer una nueva ola de viajes peligrosos después de la crisis de refugiados de 2015.
El barco se dirigía a Malasia cuando las autoridades lo detuvieron a primera hora de la mañana a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad más grande de Myanmar (la antigua Birmania), según dijo a Reuters por teléfono Kyaw Htay, un oficial de inmigración del municipio de Kyauktan.
El grupo subió a la embarcación desde los campamentos de desplazamiento interno en las afueras de Sittwe, la capital del estado occidental de Rakáin, dijo Htay.
"Su destino era Malasia. El barco se detuvo después de que el motor fallara", dijo.
Decenas de miles de rohinyá han sido confinados a campamentos fuera de Sittwe desde de los brotes de violencia en Rakáin en 2012.
Más de 700.000 rohinyá huyeron de una brutal represión del ejército en la parte norte del estado el año pasado, según las agencias de la ONU. Los rohinyá dicen que los soldados y los budistas locales masacraron familias, quemaron cientos de aldeas y llevaron a cabo violaciones en grupo. Investigadores de la ONU han acusado al ejército de Myanmar de "intención genocida" y limpieza étnica.
Myanmar niega casi todas las acusaciones, diciendo que las fuerzas de seguridad estaban luchando contra terroristas. Antes de la represión se produjeron ataques de insurgentes rohinyá que se autodenominaban Ejército de Salvación Rohinyá Arakan.
Las autoridades dicen que están listas para aceptar a los rohinyá que quieren regresar de los campos de refugiados desde Bangladés. Pero el jueves, los esfuerzos para repatriar a varios miles fracasaron después de que los refugiados protestaran y dijeran que no querían regresar. Funcionarios de la ONU y organizaciones humanitarias se opusieron al plan, diciendo que las condiciones en Myanmar no eran seguras.
(Escrito por Antoni Slodkowski y Poppy McPherson; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)