Por Moussa Aksar
NIAMEY, 16 ago (Reuters) - La junta militar de Níger dijo el miércoles que 17 de sus soldados perecieron en una emboscada de insurgentes, el ataque más mortífero desde el golpe de Estado del 26 de julio, cuyos líderes han citado la persistente inseguridad como justificación para deponer al gobierno civil.
La emboscada tuvo lugar el martes a unos 60 kilómetros de la capital, Niamey, en una zona del suroeste que limita con Burkina Faso, dijo el Ministerio de Defensa, añadiendo que 100 atacantes a los que se refirió como "terroristas" fueron abatidos.
"La rápida reacción de los soldados y la respuesta aérea y terrestre en el lugar de la escaramuza permitieron hacer frente al enemigo", declaró el ministerio.
La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), principal bloque regional, declaró su pesar tras haber sido informado de varios ataques de grupos armados que habían causado la muerte de "varios" soldados.
Asimismo, pidió a los líderes militares de Níger que restablezcan el orden constitucional para poder centrarse en la seguridad, que, según dijo, se ha vuelto cada vez más frágil desde el golpe.
Níger, al igual que otros países de la región del Sahel en África Occidental, lleva años luchando para contener la insurgencia de grupos vinculados a Al Qaeda y Estado Islámico, que han causado miles de muertos, obligado a millones de personas a huir de sus hogares y provocado escasez de alimentos.
La incapacidad percibida de los gobiernos civiles para superar el problema ha sido uno de los factores de una serie de golpes de Estado en la región, aunque en el caso de Níger los principales impulsores de la toma del poder por el Ejército fueron las políticas internas.
Los miembros de la guardia presidencial, encabezados por el general Abdourahmane Tiani, depusieron al presidente Mohamed Bazoum y lo mantienen detenido, desafiando las presiones de Naciones Unidas, la CEDEAO y las potencias occidentales para que sea restituido.
Aunque Tiani afirmó que la toma del poder era necesaria para sofocar la insurgencia, los analistas afirman que los atentados, aunque siguen siendo frecuentes, habían descendido bajo el mandato de Bazoum, que intentó entablar relaciones con los islamistas y las comunidades rurales donde están arraigados.
(Reporte adicional de Nellie Peyton; escrito por Anait Miridzhanian, Edward McAllister y Estelle Shirbon; editado en español por Carlos Serrano)