Por Colleen Jenkins
WINSTON-SALEM, EEUU (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó el viernes a la muerte de tres jóvenes musulmanes en Carolina del Norte como "asesinatos brutales e indignantes" y dijo que nadie en su país debería ser víctima de hechos violentos por su religión.
El comunicado de Obama llegó en un momento en que el Departamento de Justicia anunció que se uniría a la investigación preliminar del FBI para determinar si el hombre acusado del hecho, ocurrido el martes, violó alguna ley federal, incluida la de delito motivado por el odio.
"Nadie en Estados Unidos debería ser objeto de violencia por quién es, cómo se ve o sus creencias", sostuvo Obama en un comunicado, en el que ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
Las familias le habían pedido al mandatario que insistiera en que las autoridades federales investiguen si Craig Stephen Hicks, de 46 años, actuó por odio religioso.
Hicks está acusado de asesinar a Deah Barakat, un estudiante de odontología de 23 años, su esposa Yusor Abu-Salha, de 21 años y su cuñada Razan Abu-Salha, de 19 años.
La policía se incautó de más de una decena de armas de fuego y gran cantidad de municiones en la casa de Hicks, informó la cadena WRAL.
El caso ha atraído la atención internacional y ha generado vigilias, así como la creación de la etiqueta de Twitter #MuslimLivesMatter (Las vidas musulmanas importan), mientras los defensores del Islam en Estados Unidos han expresado preocupación por el reciente aumento de las amenazas contra sus comunidades.
El jueves, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo en México que Obama debía tomar una posición sobre el asesinato. 2015-02-14T100245Z_1007080001_LYNXMPEB1D03Y_RTROPTP_1_OESEN-EEUU-OBAMA-MUERTES.JPG