RIAD (Reuters) - Mandatarios de países del Golfo respaldaron a la monarquía marroquí en su disputa con Naciones Unidas por la región del Sáhara Occidental, informó la agencia saudí SPA, en una de las desavenencias diplomáticas más graves desde el alto el fuego en el territorio en 1991.
Marruecos expulsó a decenas de trabajadores de la ONU de la misión en Sáhara Occidental, conocida como MINURSO, después de que el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, describiera como "ocupación" la anexión marroquí de los territorios en 1975 tras la salida de España.
Rabat dijo que su decisión era irreversible, pero mostró su compromiso a cooperar militarmente con la ONU para garantizar el alto el fuego. Ban ha recomendado extender el mandato de MINURSO un año, advirtiendo del peligro de que el conflicto se reavive.
El rey Salman de Arabia Saudí, que dirigía la cumbre de mandatarios del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (GCC) en Riad, emitió una declaración de apoyo a su viejo aliado del norte de África al recibir a rey de Marruecos, Mohamed VI, en una corta visita.
"Enfatizamos nuestra solidaridad mutua y apoyo para todos los asuntos políticos y de seguridad que conciernen a una nación hermana, el más importante de ellos el tema del Sáhara marroquí (Sáhara Occidental), y rechazamos por completo cualquier perjuicio a los intereses Marruecos", dijo el comunicado.
La controversia por los comentarios de Ban durante una visita a los campos de refugiados para saharauis, es la mayor crisis entre la ONU y Marruecos desde 1991, cuando el organismo auspició un alto el fuego para acabar una guerra entre Rabat y combatientes rebeldes por la independencia de Sáhara Occidental. En ese momento fue cuando se estableció la MINURSO.
El periódico Arab News citó al rey Mohamed de Marruecos diciendo: "La seguridad y la estabilidad de los estados del Golfo está entre los intereses de Marruecos. Tenemos visiones similares en asuntos comunes que incrementan los lazos entre nuestras naciones".