GINEBRA, 12 mar (Reuters) - Decenas de países, entre ellos Estados Unidos, pidieron el viernes a Rusia que libere al crítico del Kremlin Alexei Navalny, afirmando que su encarcelamiento es ilegal y exigiendo una investigación sobre su envenenamiento el año pasado.
En una declaración leída por los representantes de Polonia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, afirmaron que las acciones de las autoridades rusas contra el líder de la oposición eran "inaceptables y con una motivación política". Los 45 países eran principalmente europeos, pero entre ellos también se encontraban Australia, Canadá y Japón.
Navalny, destacado crítico del presidente Vladimir Putin, fue encarcelado durante dos años y medio el mes pasado por supuestas violaciones de la libertad condicional relacionadas con un caso de malversación de fondos que, según él, fue inventado por motivos políticos, algo que las autoridades niegan.
"Pedimos a la Federación Rusa la liberación inmediata e incondicional del Sr. Navalny y de todas las personas detenidas ilegal o arbitrariamente, entre otras cosas por ejercer sus derechos a la libertad de reunión y asociación pacíficas, a la libertad de opinión y de expresión, y a la libertad de religión o de creencias", dice la declaración conjunta.
"También nos preocupa el gran número de detenciones arbitrarias de manifestantes que expresaban su apoyo al señor Navalny en muchas ciudades rusas", añade la declaración.
Rusia ha calificado anteriormente estas críticas de injerencia en sus asuntos internos.
El embajador de Reino Unido, Julian Braithwaite, dijo que era "vergonzoso" que Navalny, que fue envenenado el año pasado con un agente nervioso de grado militar —según países occidentales—, hubiera sido encarcelado mientras no se investigaba el envenenamiento.
El viernes, los abogados de Navalny dijeron que había sido trasladado desde una cárcel en la región rusa de Vladimir y que se desconocía su paradero.
Expertos en derechos humanos de la ONU afirmaron el 1 de marzo que Rusia era la culpable del intento de asesinato de Navalny, y pidieron una investigación internacional sobre su envenenamiento. Moscú niega haber envenenado a Navalny y dice que no ha visto ninguna prueba.
"La declaración de hoy debería ser solo el comienzo de un mayor escrutinio por parte del Consejo y de la adopción de medidas para poner fin a la represión", dijo John Fisher, de Human Rights Watch, una organización con sede en Nueva York.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a personas y entidades rusas por el caso Navalny. El Kremlin calificó las medidas de absurdas, injustificadas y sin ningún impacto real.
(Información de Stephanie Nebehay; editado por Philippa Fletcher; traducido por Tomás Cobos)