Investing.com – La libra se mantuvo próxima a mínimos de mes y medio con respecto al dólar este lunes tras conocerse que la actividad en el sector británico de la construcción se ralentizó en julio.
El par GBP/USD se mantuvo estable en el nivel de 1,6821, no muy apartado de los mínimos registrados este viernes en 1,6808, su cota más baja desde el 12 de junio.
Era posible que el cruce encontrara un soporte en 1,68, el mínimo, y una resistencia en 1,6890, el máximo de la jornada del viernes.
El índice de gestores de compras del sector de la construcción del Reino Unido se ralentizó hasta los 62,4 puntos frente a los 62,6 de junio, aunque aun así superó ligeramente las expectativas que apuntaban a una lectura de 62,0 puntos.
El ritmo global de crecimiento ha sido el mayor desde 2007; la actividad inmobiliaria fue de lejos la que más repuntó de entre las categorías relativas a la construcción. La mejora del rendimiento del mes pasado fue la más pronunciada desde hace más de una década.
Según las encuestas, este gran aumento de la actividad del sector global de la construcción ha conducido también a un ritmo record de creación de empleo durante el mes pasado.
La demanda de dólares siguió viéndose respaldada a pesar de los datos de este viernes que indicaban que la creación de empleo en Estados Unidos se ralentizó en julio.
La economía de Estados Unidos creó 209.000 empleos en julio, a pesar de las expectativas que apuntaban a un aumento del 233.000.
Aunque éste ha sido el sexto mes consecutivo que la economía estadounidense crea más de 200.000 empleos, la tasa de desempleo subió hasta el 6,2% el mes pasado, frente al 6,1% registrado en junio. Además, el crecimiento de los salarios permaneció estancado, lo que indicaba que la economía adolece de cierta falta de solidez.
Estos datos provocaron que los inversores contuvieran sus expectativas acerca de cuál será el momento en que la Reserva Federal subirá sus tipos de interés, lo que hizo bajar el dólar.
Las ganancias del euro se vieron limitadas a la espera de la reunión sobre política monetaria que celebrará el Banco Central Europeo a lo largo de la jornada.
Según datos publicados la semana pasada, la tasa de inflación anual de la zona del euro se ralentizó el mes pasado del 0,5% registrado en junio al 0,4%, lo que contribuyó a la presión que se ejerce sobre el banco para que implemente nuevas medidas para combatir la amenaza de deflación de la región.