Por Rodrigo Campos y Mary Milliken
NUEVA YORK (Reuters) - El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo el jueves en una entrevista a Reuters en Nueva York que podría abandonar sus planes de un gasto más ambicioso en el presupuesto para 2019 si eso asegura su aprobación en el Congreso, una señal importante de sus cuatro meses de mandato en minoría parlamentaria.
El líder socialista dijo a Reuters que podría verse obligado a trabajar con los anteriores y más estrictos objetivos de déficit establecidos por el gobierno conservador previo y, de esa manera, evitar un estancamiento presupuestario que alentaría a que se convoquen elecciones pronto.
El gobierno de Sánchez, que controla sólo 84 escaños en el Parlamento de los 350, no lograría la aprobación del presupuesto sin el apoyo de los partidos que lo llevaron al poder en junio, cuando respaldaron una moción de censura contra su antecesor Mariano Rajoy.
Sánchez logró un acuerdo con la Unión Europea (UE) para aumentar la meta de déficit público al 1,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), en comparación con el objetivo anterior del 1,3 por ciento, liberando así dinero que planeaba usar en educación y gasto social en la cuarta mayor economía de la zona euro.
"Si estamos obligados a presentar un proyecto con los compromisos anteriores, lo haremos", dijo Sánchez en un evento moderado por el Editor Jefe de Reuters, Stephen Adler.
Al preguntarle si las discusiones en torno al presupuesto llevarían a una nuevas elecciones, Sánchez respondió: "No".
Pero advirtió de que los dos partidos conservadores que quieren un presupuesto más ajustado "deberán explicar a los españoles por qué votan en contra de tener muchos más recursos para nuestra educación, nuestra salud pública y nuestro sistema de pensiones".
Una votación en julio contra sus presupuestaros desató la primera crisis de su reciente gobierno, que llegó al poder en junio con el respaldo de siete partidos.
Sánchez se está apegando a su posición de no adelantar las próximas elecciones nacionales previstas para mediados de 2020.
"Por supuesto, la política siempre es un juego de prioridades. Si usted prioriza el conflicto en lugar de la cooperación (...) iremos a elecciones", advirtió. "Pero si usted dice vamos a poner la cooperación por delante para resolver políticas sociales u otras, creo que podemos durar hasta el año 2020. Y esa es mi idea, esa es mi meta".
PESIMISTA SOBRE VENEZUELA
Sánchez, quien participa en Nueva York en su primera Asamblea General de Naciones Unidas como jefe del gobierno de España, dijo que ha discutido cómo ayudar a los países de Sudamérica a lidiar con una ola de refugiados de Venezuela que huyen del colapso económico y la escasez de alimentos.
Se ha opuesto al gobierno socialista del presidente venezolano Nicolás Maduro, cuestionando el tratamiento que da a los partidos de la oposición y los presos políticos, y dijo que no veía una solución política a la crisis.
"Yo diría que soy pesimista", comentó. "Veo que el régimen de Maduro no abre ninguna ventana para dialogar con la oposición". Al preguntarlle si la crisis de Venezuela podría resolverse sin un cambio de gobierno, opinó: "Yo diría, de una manera muy educada, que creo que es muy difícil".
Sánchez dijo que apoya el trabajo de mediación en Venezuela de su compañero socialista y exprimer ministro español José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha sido criticado por la oposición por no ser más duro con Maduro.
Como un fuerte partidario de la Unión Europea, comentó que estaba preocupado por lo que calificó como "turbulencia" en los lazos transatlánticos con Estados Unidos bajo el Gobierno del presidente Donald Trump, quien ha desafiado a los líderes del bloque en materia de aranceles comerciales, cambio climático, multilateralismo y gastos de defensa.
"Creo que está cometiendo un error con respecto a la Unión Europea", enfatizó. "Creo que una Europa más fuerte también funciona de mejor manera para el interés de la administración estadounidense y de la sociedad estadounidense".
(Información de Rodrigo Campos y Mary Milliken; información adicional de Belen Carreño, Jesús Aguado y Julien Toyer en Madrid, traducido por Silene Ramírez)