Washington, 26 feb (EFE).- El director gerente del FMI, Dominique
Strauss-Kahn, alertó hoy de que Brasil, Indonesia y otros países
emergentes están en "riesgo real" de sufrir una burbuja en el precio
de sus activos por la avalancha de dinero externo.
"Grandes cantidades de capital van a Brasil, Indonesia y otros
países, que están en riesgo real de tener burbujas", advirtió el
jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un foro económico en
Washington.
El Índice Bovespa brasileño, que bajó de los 30.000 puntos a
finales de 2008, durante lo peor de la crisis, hoy superaba los
66.000 puntos, pese a registrar pérdidas en lo que va de año, lo que
significa una valoración de más del doble del dinero invertido.
Subidas similares han registrado Indonesia y otros mercados
emergentes.
Para frenar el influjo de capital externo Brasil ha establecido
controles de capital, al instituir un impuesto del 2 por ciento a
las inversiones extranjeras en títulos de renta fija o variable.
El Fondo Monetario se había manifestado contrario a ese tipo de
medidas en el pasado, pero ahora las acepta en ciertas
circunstancias.
Strauss-Kahn dijo que los controles de capital no son la panacea
de los Gobiernos para resolver el problema, pero señaló que "si al
final no hay otro recurso que usarlos de forma temporal para evitar
más daños a su economía, ¿por qué no lo deberían hacer?".
El ex ministro de Economía francés dijo que la respuesta "normal"
a los influjos de capital es permitir la apreciación de la moneda,
pero eso puede llevar a una subida excesiva del tipo de cambio,
según han reconocido expertos del FMI.
Otra posibilidad es que el banco central acumule reservas de
divisas, pero algunos países ya tienen más que suficientes.
En esas circunstancias, los controles de capital son una medida
"legítima" para lidiar con el problema, según afirmaron expertos del
FMI en un estudio sobre el tema publicado el 19 de febrero.
Sin embargo, advirtieron de que su aplicación generalizada podría
perjudicar al crecimiento mundial y redirigir los fondos externos a
países que no son capaces de absorberlos. EFE