MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró el sábado confiado en que se pueda prosperar en una línea de diálogo con el Ejecutivo catalán a partir del lunes, una vez realizada la consulta ciudadana del domingo que no quiso calificar.
"Lo que conviene es que a partir del próximo lunes se recupere la cordura y hablemos dentro del marco de la Constitución y de la Ley", dijo Rajoy en un acto del partido en Cáceres. Rajoy y el presidente catalán, Artur Más, no han tenido un encuentro desde el pasado mes de julio.
"Se le podrá llamar como se le quiera llamar, pero lo de mañana ni es un referéndum ni es una consulta ni es nada que se le parezca, no voy a calificarla. Lo que sí voy a decir, es que no produce efecto alguno", señaló Rajoy sobre la consulta ciudadana respecto a un proceso independentista al que están convocados a votar 5,4 millones de catalanes.
Después de que el Tribunal Constitucional, a expensas del Gobierno central prohibiese la celebración tanto de una consulta formal como de otra descafeinada, el Gobierno catalán ha dejado que sea una masiva iniciativa ciudadana a través de voluntarios quien ejecute la consulta sobre la autodeterminación.
Al margen del resultado de la consulta, que no tiene ningún carácter vinculante, la controvertida votación será sucedida previsiblemente por un proceso de diálogo entre los Gobiernos central y autonómico, para encajar en España a una región en la que en los últimos años se ha disparado el sentimiento independentista.
No obstante, Rajoy, que recientemente se ha mostrado partidario a abrir el diálogo sobre una reforma constitucional, dejó claro el sábado que el concepto de Estado es innegociable.
"Mientras yo sea presidente del gobierno la soberanía nacional estará a salvo y nadie romperá la unidad de España", dijo ante simpatizantes en Cáceres para añadir que su intención es agotar la legislatura. "Quien crea que esta legislatura se está terminando se equivoca, queda más de un año para las próximas elecciones y hasta el último minuto vamos a continuar trabajando".
El partido en el Gobierno se ha visto duramente sacudido en los últimos meses por escándalos relacionados con la corrupción que han provocado un fuerte descenso en su popularidad y una caída sustancial en la intención de voto que manejan los sondeos.
Con la recuperación económica todavía en un grado incipiente, tanto el PP como el principal partido de la oposición, el PSOE, están alzando la voz contra la corrupción y tratando de recuperar la simpatía de una sociedad cada vez más escéptica tras años de duros ajustes por la crisis que han beneficiado al novel partido de izquierdas Podemos.
La formación liderada por el mediático eurodiputado Pablo Iglesias se ha convertido en la primera fuerza del país en intención de voto y tercera en estimación, según el último sondeo del estatal CIS, amenazando el bipartidismo histórico en el país.
Rajoy aprovechó su comparecencia para anunciar que comparecerá próximamente en el Congreso para anunciar medidas contra la corrupción.