Por Jeb Blount
RÍO DE JANEIRO (Reuters) - Los regatistas olímpicos alemanes dijeron esta semana que están menos preocupados por los riesgos sanitarios de competir en la contaminada Bahía de Guanabara que de competir eficazmente en medio de vientos cambiantes y fuertes corrientes, mientras esquivan la basura que flota alrededor.
Tres semanas antes del comienzo de la competencia en Río de Janeiro, tres favoritos a medallas del equipo alemán de regatas dijeron a Reuters el martes que bolsas y botellas de plástico, troncos flotantes, algún perro muerto y otros desechos harán más difícil una de las sedes olímpicas más desafiantes.
Los regatistas dijeron que esos factores afectarán más su rendimiento que la presencia de patógenos en las instalaciones donde se disputarán pruebas acuáticas, que han generado preocupación antes de los Juegos.
"Creo que no me importan demasiado los riesgos para la salud", dijo Erik Heil, regatista en la categoría 49er. Casi un año atrás después de un evento de prueba en Río, el deportista fue tratado en Alemania por una infección de estafilococo que le provocó lesiones en una pierna.
"No sabemos la razón. Puede ser el agua, puede ser un mosquito, puede ser otra cosa", comentó respecto al incidente. Heil dijo que está más preocupado por las bolsas de plástico y otros desechos que pueden generar problemas a los barcos.
La Bahía de Guanabara donde se corren las regatas presentan fuertes corrientes diarias que trasladan enormes volúmenes de líquido, aguas residuales y desechos fuera de la bahía hacia el océano Atlántico, para ser reemplazadas más tarde por agua marina limpia proveniente del océano.
Además, los cerros y edificios que rodean la bahía generan cambios en los vientos, provocando rachas impredecibles.
Todos estos desafíos para la navegación hacen que los atletas releguen los temas de salud en su lista de preocupaciones, dijo Philipp Buhl, regatista de clase Laser.
"Este es el lugar más sucio en el que he corrido, pero no me puedo preocupar mucho por eso. Solo espero una competición justa. Hasta ahora, estuve ahí cinco veces y volví sano las cinco veces", comentó el alemán.