MADRID (Reuters) - El líder socialista, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, coincidieron el martes en la necesidad de retomar el diálogo entre Cataluña y el Gobierno central español, pese a evidenciar sus posiciones encontradas sobre la celebración de un referéndum de autodeterminación.
El secretario general del PSOE rechazó la hoja de ruta independentista de Cataluña "por ser ilegal y unilateral", mientras que el presidente de la Generalitat dijo que el plan soberanista se mantenía "inalterable" y defendió la idea de la consulta.
La portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté, agradeció en una rueda de prensa posterior la normalización de las relaciones tras el deterioro durante la última legislatura del Gobierno de Mariano Rajoy, pero dijo que Puigdemont había manifestado a Sánchez su malestar por el hecho de que los socialistas hablen de una "ruptura de la convivencia" en la región.
"Es legítimo y legal y está validado por las urnas con una mayoría parlamentaria", dijo Munté sobre la consulta de autodeterminación que según señaló defiende el 80 por ciento de la ciudadanía catalana.
"Nosotros queremos que la sociedad catalana vote, pero que vote un nuevo marco de convivencia primero en la Constitución y luego la relación de Cataluña con el resto del Estado español", dijo por su parte Sánchez tras la reunión en el Palau de la Generalitat, la primera entre un líder político nacional y Puigdemont desde su toma de posesión en enero.
"Dentro de la Constitución española y la legalidad democrática estoy dispuesto a hablar de todo", añadió el líder socialista, señalando que se había abierto "una etapa de deshielo que hará aflorar soluciones".
Sánchez ofreció su propuesta de reforma constitucional como solución a las mayores exigencias de autogobierno de Cataluña, y medidas como una renovación de la financiación autonómica y un reparto equitativo de los objetivos de déficit público entre el Estado y las Comunidades Autónomas.