Por Ahmed Tolba y Michael Georgy
EL CAIRO (Reuters) - Estado Islámico divulgó un video el domingo que supuestamente muestra al grupo militante decapitando a 21 egipcios cristianos secuestrados en Libia y el presidente egipcio Abdel Fattah Al Sisi advirtió que su país respondería a las muertes.
Sisi dijo, por televisión horas después de que se conociera el video, que El Cairo decidiría "los medios necesarios y el momento para vengar estas muertes criminales".
La agencia estatal de noticias de Egipto MENA citó al portavoz de la Iglesia Copta, quien confirmó la muerte de los 21 egipcios cristianos que se creía estaban en manos de Estado Islámico.
Las decapitaciones pueden fortalecer la decisión de Sisi para enfrentar las amenazas de seguridad de militantes que se fortalecen en el caos de la vecina Libia y quieren derribar a su Gobierno apoyado por Estados Unidos.
En el pasado, Egipto ha negado informes de que habría participado, junto a su aliado cercano Emiratos Árabes Unidos, en ataques aéreos contra bases militantes en Libia.
En las imágenes, los extremistas vestidos de negro hacen marchar a los cautivos, vestidos con trajes anaranjados de prisioneros a una playa.
Luego los obligan a ponerse de rodillas y los decapitan. El video apareció en la cuenta de Twitter de un sitio web que está a favor del Estado Islámico.
Una leyenda en el video de cinco minutos decía: "el pueblo de la cruz, seguidores de la hostil iglesia egipcia".
Miles de egipcios han viajado a la vecina Libia para buscar empleo desde un levantamiento en Egipto en el 2011 a pesar de que su gobierno les recomendó que no fueran a uno de los países más peligrosos de la región.
Antes de las muertes, uno de los militantes se paró con un cuchillo en una mano, diciendo: "para ustedes, cruzados, la seguridad es algo que sólo es un deseo".
Familiares de los trabajadores secuestrados habían pedido a El Cairo que ayudara a asegurar su liberación. En la Gobernación de Minya, en el sur del país, los familiares gritaron y algunos se desmayaron cuando se enteraron de las muertes.
Sisi, quien se reunió con los principales comandantes militares para discutir las muertes, decretó siete días de luto, según la televisión estatal.