MADRID (Reuters) - El único superviviente de los tres espeleólogos españoles accidentados durante el descenso de un cañón en las montañas del Atlas, en Marruecos, tachó de negligente el rescate de las fuerzas de seguridad del país norteafricano.
En una rueda de prensa para explicar el accidente y posterior rescate, Juan Bolívar relató entre lágrimas la muerte de sus compañeros de expedición Gustavo Virués (abogado) y Jorge Fernández Díaz (inspector jefe de la policía nacional), apuntando a la responsabilidad de la gendarmería marroquí en la muerte de este, que había quedado malherido tras despeñarse ambos en un barranco.
Según Bolívar, aguantó con Virués las bajas temperaturas durante más de cinco días, momento en el que acudieron a socorrerlos dos gendarmes marroquíes que en un principio se limitaron a arrojarles una cuerda.
"Me bajan la camilla (para subir a Díaz) y veo que nadie baja a ayudarme ni a hacer nada y, claro, yo no soy médico... no he puesto (a nadie en) una camilla en mi vida", dijo el agente de policía, visiblemente emocionado.
En contra de lo que esperaba Bolívar, los gendarmes trataron de subir a pulso, sin maquinaria, a su compañero, que hasta entonces estaba consciente, y en el intento de ascensión la camilla cayó en una catarata.
"(Le dije al gendarme) '¿Pero a quién se le ocurre, pero cómo que a pulso?' Una serie de cosas que no tenían explicación... Y yo escuchando a José que (decía que) se ahogaba", dijo.
"Yo del rescate de la parte de arriba (no lo vi)... Lo único que vi era lo de abajo, que no era previsible, la verdad", concluyó.
El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, reconoció esta semana que hubo "disfunciones" en la gestión del rescate por parte de Marruecos tras las críticas que se generaron en España.
Los tres españoles, que practicaban deportes de aventura en el país norteafricano, habían sido dados por desaparecidos el miércoles pasado.