MADRID (Reuters) - La presidenta del gobierno andaluz y líder del PSOE en Andalucía, Susana Díaz, dijo el miércoles que los socialistas en el parlamento nacional deben centrarse en hacer oposición al no contar con el respaldo suficiente para tratar de formar gobierno.
"Con 85 escaños no se puede gobernar", dijo Díaz sobre hipotéticos intentos de gobierno en torno a su partido que, en su opinión, debe ahora "hacer una oposición útil".
Las declaraciones de la líder socialista, una de las más influyentes en las filas del PSOE, se producen en un momento en el que otros compañeros de partido reclaman un debate interno sobre el papel del partido en la situación de bloqueo político que arrastra el país desde hace casi nueve meses.
Díez apeló a la libertad de expresión en relación con declaraciones del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, criticando la falta de debate en el PSOE y la necesidad de analizar posibles consecuencias de unas eventuales terceras elecciones.
El líder de los socialistas en Extremadura recibió el miércoles numerosas muestras de apoyo en las redes sociales, incluyendo un artículo de Alfredo Pérez Rubalcaba en Facebook (NASDAQ:FB), tras rechazar en una entrevista en Antena 3 el martes la postura oficial del partido del "no a todo" y la falta de gobierno central.
"Quiero hablar con mis compañeros y compañeras y analizar las consecuencias para el país y el partido de que haya unas terceras elecciones", dijo Vara.
Con 170 apoyos en el Congreso, el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fracasó a principios de mes en ser reelegido presidente y los grupos políticos tienen hasta finales de octubre para alcanzar algún acuerdo que permita evitar las terceras elecciones en un año.
En un contexto de grandes diferencias y con el parlamento más fragmentado de la democracia, el PSOE y el resto de la oposición - con la excepción de Ciudadanos -, coinciden en un rechazo frontal a Rajoy y al Partido Popular que parece condenar al país a prorrogar la interinidad sin gobierno y también sin oposición salvo que cambien los candidatos.
El PP, el único de los grandes partidos que subió en escaños tras las segundas elecciones en junio, ha propuesto al PSOE y al partido liberal Ciudadanos una coalición que ha resultado imposible y, en consecuencia, ha apelado a la responsabilidad histórica de los socialistas para que permitan un gobierno en minoría y hagan una "oposición responsable".
Una eventual abstención de los 85 diputados socialistas - que su líder Pedro Sánchez ha negado por activa y por pasiva - podría permitir al PP formar gobierno aunque debería tener capacidad de negociación para que la Cámara acompañase la aprobación de cuestiones tan básicas como los Presupuestos Generales.
En un mítin en el marco de la campaña para las elecciones regionales de Galicia, Pedro Sánchez afirmó el mismo miércoles que los socialistas "dirán que no una y mil veces".
Los socialistas, con sus peores resultados electorales en democracia, tienen un difícil camino en un momento en el que el PP lidia también con crecientes casos de corrupción e investigaciones judiciales entre antiguos dirigentes y mientras crece el hartazgo entre la ciudadanía por la falta de diálogo productivo en un Congreso paralizado.
Estos casos, incluyendo la negativa de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a renunciar a su acta de senadora pese a ser objeto de una investigación en el Supremo, podrían incluso arrebatar al PP su único y frágil apoyo, el de Ciudadanos, que obligó a los populares a firmar un pacto anticorrupción antes de apoyar una investidura.
Para complicar aún más el laberinto, diversas encuestas aventuran un aumento de la abstención en el caso de unas terceras elecciones en diciembre que, según los mismos sondeos, no resolverían la fragmentación y, además, volverían a favorecer al Partido Popular.