Por Surapan Boonthanom
PADANG BESAR, Tailandia (Reuters) - Las autoridades en Tailandia han exhumado los cadáveres de seis personas, supuestamente inmigrantes rohingya, procedentes de Birmania, cerca de una fosa común que encontraron el fin de semana, dijo el Ejército el miércoles, mientras las autoridades de Naciones Unidas han pedido un esfuerzo en la región para poner fin al tráfico de seres humanos.
El descubrimiento tuvo lugar en una plantación de caucho en la provincia tailandesa de Songkhla, próxima a la frontera con Malasia y a unos 4 kilómetros de donde se recuperaron 26 cadáveres unos días atrás.
"Los aldeanos que viven cerca nos dijeron que los cuerpos enterrados aquí son los cadáveres de inmigrantes rohingya, de Birmania, de campamentos de traficantes de personas cercanos", informó a Reuters el coronel Jatuporn Klampasut, subsecretario general del Comando de Operaciones de Seguridad Nacional de la región 4.
Jatuporn aseguró que se trata de los restos de cuatro mujeres y dos hombres. La agencia para los refugiados de la ONU, ACNUR, pidió a los países de la región una respuesta conjunta a la trata de personas, abordando las causas que llevaron a esas personas a acudir en primer lugar a los contrabandistas.
La agencia aseguró que cientos de musulmanes rohingya sufrieron horribles abusos a manos de los traficantes el pasado año, incluyendo gente que murió de palizas o de inanición, pero se trata de la primera ocasión que se encuentra una fosa comúm.
"Es alarmante escuchar que esa gente, que huyó de las difíciles condiciones en su lugar de origen han tenido que poner sus vidas en las manos de despiadados traficantes, sólo para ser asesinados antes de que pudieran ponerse a salvo", dijo el enviado regional de ACNUR James Lynch en un comunicado.
MÁS CAMPAMENTOS DE TRAFICANTES
Muchos de los inmigrantes de Tailandia, país de mayoría budista, son musulmanes rohingya que proceden del oeste de Birmania y de Bangladesh, y que en ocasiones han tenido que emprender peligrosos viajes por mar para escapar de la persecución étnica y religiosa en sus países.
El martes, las autoridades informaron de que habían encontrado un campamento utilizado para el tráfico de personas abandonado, el segundo. Tres personas fueron rescatadas cerca de la zona y la Policía detuvo a cuatro hombres, tres tailandeses y un birmano, como sospechosos de trata de personas.
Un agente de la Policía de Padang Besar que quiso mantenerse bajo condición de anonimato dijo que los servicios de inteligencia policial mostraba que podía haber otros tres campamentos más en la misma área de la montaña y que cada uno de ellos podría albergar hasta 700 personas.