Por Lisandra Paraguassu y Bruno Federowski
SAO PAULO (Reuters) - El presidente de Brasil, Michel Temer, negó el sábado las acusaciones de un empresario multimillonario de que encabezó una trama de corrupción en la que políticos pedían sobornos a altos ejecutivos, y dijo que demandaría a Joesley Batista.
En un comunicado, el despacho de Temer afirmó que tomaría "todas las acciones apropiadas" contra Batista, quien dijo a la revista Época en un artículo publicado el sábado que el político de 77 años ha estado liderando la trama de sobornos a cambio de favores en el Gobierno brasileño desde 2010.
En su primera entrevista desde que firmó un acuerdo con fiscales brasileños, Batista le dijo a Época que Temer pidió dinero varias veces desde 2010. Batista sostuvo que el actual mandatario lideraba a un grupo de políticos que regularmente exigían sobornos a cambio de favores.
"Temer es el líder de una organización criminal de la cámara baja", dijo Batista a la revista Época. "Los que no están detenidos están en el Gobierno. Son muy peligrosos", sostuvo.
Los abogados de Temer dijeron en el comunicado del Gobierno que presentarán demandas civiles y criminales contra Batista a partir del lunes. Representantes de Batista y del conglomerado de inversión de su familia, J&F Investimentos SA, no estuvieron disponibles de inmediato para emitir comentarios.
La próxima semana ya prometía ser tensa para Temer y Batista, uno de los empresarios más acaudalados de Brasil. El Supremo Tribunal Federal tiene previsto discutir la validez del acuerdo de indulgencia firmado por Batista y el fiscal general Rodrigo Janot podría presentar cargos contra el mandatario por acusaciones de corrupción que Batista hizo en mayo.
En el comunicado del sábado, Temer rechazó las afirmaciones de Batista a la revista Época, diciendo que el empresario había buscado reiteradamente favores del ahora presidente para su beneficio personal a los que se negó.
Temer también criticó los términos del acuerdo con los fiscales que permitió a Batista escapar de un procesamiento, al afirmar que el pacto convertía al empresario en "el criminal más exitoso en la historia de Brasil". El presidente añadió que los testimonios de Batista "inculpan a otros por sus delitos y protegen a sus socios reales".
EL RIESGO DE DESTITUCIÓN
En la entrevista con Época, el empresario dijo que también participaban en la trama los expresidentes de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha y Henrique Eduardo Alves, así como el actual jefe de gabinete de Temer, Eliseu Padilha, y el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Wellington Moreira Franco.
Los comentarios llevaron las acusaciones contra Temer un poco más lejos. Batista había dicho a los fiscales que Temer, como presidente, intentó obstruir una investigación en curso sobre corrupción.
La semana pasada, Temer se libró de una amenaza de destitución después de que el máximo tribunal electoral de Brasil rechazó un caso por presunto financiamiento ilegal de campaña para las elecciones de 2014.
J&F aceptó pagar una multa récord de 10.300 millones de reales (3.100 millones de dólares), después de que Joesley Batista y su hermano Wesley admitieron haber sobornado a casi 1.900 políticos en los últimos años.