Por Felix Light
KORNIDZOR, Armenia, 29 sep (Reuters) - Más de tres cuartas partes de los 120.000 habitantes de la región separatista de Nagorno Karabaj, de etnia armenia, habían huido el viernes por la tarde tras la derrota ante Azerbaiyán, un éxodo masivo más rápido de lo esperado que parece será total.
Autos, autobuses y tractores con refugiados abarrotaban las carreteras en el quinto día del éxodo, que puso fin de forma repentina y decisiva a uno de los "conflictos congelados" étnicos más intratables de la antigua Unión Soviética.
El gobierno armenio dijo que casi 93.000 personas habían cruzado ya a su territorio, según informó la agencia de noticias rusa RIA. Anteriormente, un funcionario de la agencia de la ONU para los refugiados indicó que el total podría llegar a 120.000, igualando las estimaciones de toda la población del enclave, parte de Azerbaiyán que se separó en los años 90.
Armenia, que apoyó a los separatistas durante décadas pero al final se mostró impotente para protegerlos, envió autobuses urbanos desde su capital, Ereván, para ayudar a sacar a la gente. Los voluntarios recibieron a los autobuses morados en la carretera de la frontera, empujando cajas de pan y botellas de agua por las ventanillas.
Azerbaiyán afirma que respetará los derechos de los armenios étnicos que decidan quedarse, pero que ha destruido para siempre el concepto de estado separatista. Asimismo, aseguró que permitirá que un equipo de la ONU visite la región en los próximos días, una de las principales exigencias de los países occidentales.
Las fuerzas azeríes reconquistaron rápidamente Karabaj la semana pasada, tras haberla sellado desde principios de este año. Los residentes afirman haber sufrido hambre y enfermedades durante el asedio efectivo.
"Han vivido nueve meses de bloqueo", declaró Kavita Belani, representante de Acnur en Armenia, en una rueda de prensa de la ONU por videoconferencia. "Y cuando llegan, están llenos de ansiedad, tienen miedo, están asustados y quieren respuestas".
Según indicó, las agencias están preparadas para hacer frente a la llegada de 120.000 personas, habiendo tenido que descartar planes que preveían hasta 90.000. Casi un tercio de los refugiados son niños, entre ellos muchos separados de sus familias.
"La situación a menudo incluye familias que llegan con niños tan débiles que se han desmayado en brazos de sus padres", dijo el representante de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Hicham Diab.
Carlos Morazzani, director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja, afirmó que había trasladado unos 200 cadáveres fuera de Karabaj, víctimas de una enorme explosión en un depósito de combustible la noche en que comenzó el éxodo, así como de los recientes combates.
La Cruz Roja se centrará en ayudar a los que quedan atrás, con alimentos básicos y artículos de higiene, señaló.
"Habíamos previsto que la evacuación fuera un proceso más largo", dijo Morazzani. "Las evacuaciones de esta semana han ido muy deprisa, con un número muy elevado de personas, pero como consecuencia de ello mucha gente se queda varada".
(Reporte adicional de Emma Farge en Ginebra; escrito por Peter Graff; editado en español por Carlos Serrano)