Por Toby Sterling
LEIDSCHENDAM, Países Bajos, 18 ago (Reuters) - Un tribunal respaldado por la ONU dijo el martes que no había pruebas de que líderes de Hezbolá o del gobierno sirio estuvieran involucrados en el asesinato en 2005 del exprimer ministro libanés Rafik al-Hariri.
Cuatro miembros del movimiento chií Hezbolá, apoyado por Irán, están acusados de conspirar para llevar a cabo el ataque con bomba que mató a Hariri y a otras 21 personas.
Hariri, multimillonario musulmán suní, tenía estrechos vínculos con Estados Unidos y los aliados árabes occidentales y suníes del Golfo, y se le consideraba una amenaza para la influencia iraní y siria en el Líbano. Dirigió la reconstrucción de Beirut después de la guerra civil de 1975-1990.
"La sala de primera instancia considera que Siria y Hezbolá pueden haber tenido motivos para eliminar al Sr. Hariri y a sus aliados políticos; sin embargo, no hay pruebas de que los dirigentes de Hezbolá participasen en su asesinato y tampoco hay pruebas directas de la participación Siria", dijo el juez David Re, leyendo un resumen de la decisión del tribunal.
Hezbolá ha negado toda participación en el atentado del 14 de febrero de 2005.
La lectura del veredicto del Tribunal Especial para el Líbano, que comenzó el martes, se espera que dure varias horas y llega con la ciudad de Beirut todavía recuperándose de la enorme explosión que el 4 de agosto acabó con la vida de al menos 178 personas.
El asesinato de Hariri sumió al Líbano en lo que fue entonces su peor crisis desde la guerra, preparando el terreno para años de confrontación entre fuerzas políticas rivales.
El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo el viernes que no le preocupaba el juicio y que si algún miembro del grupo era condenado, defenderían su inocencia.
La televisión Al Manar de Hezbolá y el canal pro-Damasco Al Mayadeen no cubrieron el juicio, que otras emisoras en el Líbano estaban transmitiendo en vivo.
El veredicto en La Haya puede polarizar aún más el país y complicar una situación ya de por sí conflictiva tras la explosión y las protestas contra el gobierno por la gestión de la pandemia y la crisis económica.
El asesinato de Hariri eliminó a un poderoso líder suní y permitió una mayor expansión política del poder chií liderado por Hezbollah y sus aliados en el Líbano.
(Información de Toby Sterling; información oadicional de la ofina de Beirut; editado por William Maclean, Samia Nakhoul y Jon Boyle; traducción de Jorge Martínez)