Por Stephen Kalin
EL CAIRO, 16 mayo (Reuters) - Un tribunal egipcio pidió el sábado la pena de muerte para el ex presidente Mohamed Mursi y otros 106 miembros de los Hermanos Musulmanes en relación con una fuga de presos masiva en 2011.
Mursi y los otros acusados, entre ellos el máximo líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, fueron condenados por el asesinato y secuestro de policías, por el ataque a instalaciones policiales y por fugarse de la cárcel durante el levantamiento contra Hosni Mubarak en 2011.
La solicitud provocó críticas de los Hermanos Musulmanes, Amnistía Internacional y del presidente turco, Tayyip Erdogan.
El tribunal, que se espera que dicte la sentencia definitiva el 2 de junio, también solicitó la pena de muerte para otro de los líderes de los Hermanos Musulmanes Khairat el-Shater y otros 15 miembros por conspirar con grupos militantes extranjeros contra Egipto.
Los fallos, al igual que en todas las sentencias de la pena capital, se trasladarán a la máxima autoridad religiosa de Egipto, el Gran Muftí Shawqi Allam, para que pronuncie su opinión antes de que se produzcan las ejecuciones.
La opinión del Gran Muftí no es legalmente vinculante.
Mursi podrá apelar el veredicto, aunque ha dicho que el tribunal no es legítimo y que todos los procedimientos legales en su contra se enmarcan en lo que él denomina un golpe organizado por el ex jefe del Ejército Abdel Fattah al-Sisi en 2013.
Muchos otros acusados están prófugos.
Los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista, llevaron a Mursi a una victoria electoral en el 2012 tras el derrocamiento de Mubarak, pero fueron llevados a la clandestinidad luego de que el Ejército depuso a Mursi un año después, en medio de masivas protestas contra su Gobierno.
Desafiante, dentro de una jaula y vestido con uniforme azul de presidiario, Mursi levantó los puños y sonrió mientras el juez Shaaban al-Shami leía las sentencias.
Otros de los acusados, que estaban detenidos en una jaula diferente a la de Mursi, realizaron un saludo que simboliza la resistencia a la persecución del Estado contra los islamistas. Desde atrás de un vidrio a prueba de ruido, gritaban: "¡Abajo el Gobierno militar!".
El miembro de los Hermanos Musulmanes Amr Darrag condenó la decisión del tribunal y pidió a la comunidad internacional que tome medidas.
"Este es un veredicto político y representa un delito de asesinato a punto de cometerse que debería ser detenido por la comunidad internacional", dijo Darrag, co-fundador del disuelto Partido de la Libertad y la Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, a Reuters en Estambul.
El partido dijo en un comunicado en internet que el fallo "abre todas las opciones para librar al país de esta pandilla que se adueñó del poder a la fuerza". No entregó más detalles.
Amnistía Internacional dijo que la decisión de la corte es "una farsa que se basa en procedimientos vacíos y nulos" y exigió la liberación de Mursi o un nuevo juicio en un tribunal civil.
Erdogan criticó a Egipto por la decisión y acusó a sus aliados occidentales de hipócritas, informó la agencia estatal de noticias Anatolian.
"Mientras Occidente está aboliendo la pena de muerte, ellos sólo observan como continúan las sentencias de muerte en Egipto. Ellos no hacen nada al respecto", declaró, según lo citó la agencia de noticias.
Las relaciones entre ambos países se han deteriorado después de que Turquía surgió como uno de los más duros críticos internacionales del derrocamiento de Mursi, declarando que se trataba de un "golpe de Estado inaceptable" del Ejército. Los Hermanos Musulmanes tienen lazos cercanos con el partido AK de Erdogan.
Grupos de derechos humanos han acusado a las autoridades egipcias de abusos generalizados en una ofensiva contra los partidarios de los Hermanos Musulmanes y también contra activistas seculares, alegaciones que las autoridades niegan.