Por María Vega Paúl
MADRID (Reuters) - La polémica compañía tecnológica Uber estrenó el jueves un nuevo servicio de transporte ecológico compuesto sólo por coches eléctricos en Madrid, con el que intentará mejorar su imagen en España tras problemas legales en el pasado y acercar posiciones con las administraciones públicas.
Después de casi diez meses de funcionamiento en Madrid de su servicio estándar UberX, la empresa estadounidense saca ahora a las calles madrileñas el servicio premium UberONE, con coches de Tesla (NASDAQ:TSLA) cien por cien eléctricos.
Madrid es el primer lugar del mundo en el que el servicio premium cuenta con una flota únicamente eléctrica y el objetivo de Uber es alcanzar un acercamiento con el Ayuntamiento de la capital, al que ve con "una vocación clarísima" por la movilidad sostenible, e iniciar un cambio de imagen presentándose como solución en vez de inicio de conflictos.
"Queremos hacer cada vez más cosas que estén alineadas con lo que el Ayuntamiento (de Madrid) quiere", dijo a Reuters Carles Lloret, director general de Uber para el sur de Europa.
"En tanto en cuanto somos capaces de dar soluciones a las ciudades, creo que las ciudades empiezan a vernos como una herramienta a su disposición", añadió. "Y no como un origen de problemas que a lo mejor ha podido verse en el pasado".
El nuevo servicio de Uber se estrena con "unas decenas" de vehículos - la compañía no quiso dar a conocer la cifra exacta de coches que poner ahora en circulación ni el total con el que cuenta en Madrid - pero no descarta ampliar la flota aceptando también modelos eléctricos de otras marcas.
El servicio premium, con un coste sensiblemente superior, está dirigido a clientes que busquen transportarse en coches de gama alta frente a los coches más económicos que hay en su servicio estándar. Además, cuentan con conexión a internet, una tablet de Windows que el usuario puede utilizar durante el viaje y una cuenta de Spotify integrada al panel de control del vehículo.
La irrupción de Uber en nuevas ciudades ha estado habitualmente acompañada de fuertes polémicas y protestas del sector del transporte, además de encontrarse con barreras regulatorias y legales.
En España el grupo desembarcó por primera vez a finales de 2014, pero tras la orden de un juez de suspender sus servicios por competencia desleal, la compañía decidió echar el cierre y preparar un regreso más alineado con la regulación española.
EN BUSCA DE UN CAMBIO REGULATORIO
Con el estreno de UberX el pasado abril la compañía cambió el tono y empezó a hablar de su intención de ser "muy transparentes con la Administración" y mantener "un diálogo muy abierto".
Sin embargo, aún no han renunciado a su principal caballo de batalla, que es alcanzar un cambio regulatorio para la liberación del sector que le permita crecer en España. Ahora espera que su nueva flota sostenible de Tesla Model S añada más presión.
Uber solo opera en Madrid con lo que se conoce como licencias VTC, que solo permiten el alquiler de coches con conductor y de las que la compañía dice que solo hay unas 2.000 disponibles en la capital, lo que limita posibles ampliaciones de su servicio.
"Nos encantaría ver que en el futuro ojalá haya más licencias, quizá licencias destinadas a vehículos más verdes para que puedan existir más", dijo Lloret.
La compañía ya cuenta con el apoyo de la autoridad española de competencia para liberalizar el sector, pero las protestas del gremio de los taxistas aún resuenan en las calles y los partidos políticos no han mostrado demasiado interés en cambiar la normativa. Así que de momento, las intenciones de Uber en España seguirán basándose en explorar el terreno de la sostenibilidad.
"Obviamente, nos encantaría seguir trabajando en esa dirección", dijo Lloret.
(Información de María Vega Paúl; editado por Tomás Cobos)