Por Dmitry y Madorsky y Natalia Zinets
KIEV/DONETSK/CRUCE IZVARINO Rusia (Reuters) - Estados Unidos exigió a Rusia retirar su equipo y personal de Ucrania, después de que Moscú ordenara a un convoy de camiones el viernes entrar en el país, en lo que Kiev denominó una "invasión directa" de su territorio.
La OTAN dijo que tropas rusas han estado disparando fuego de artillería en la frontera y dentro de territorio ucraniano en una importante escalada del apoyo militar a los separatistas prorrusos desde mediados de agosto, una acusación en toda regla de que Rusia libraba una guerra en su vecino exsoviético.
Moscú, que apostó miles de soldados cerca del lado ruso de la frontera, advirtió contra cualquier intento de detener el convoy, que dijo tenía fines humanitarios, pero no aclaró qué acciones se preparaban si las fuerzas de Kiev actuaban.
El secretario de prensa del Pentágono acusó a Rusia de violar la soberanía de Ucrania. "Rusia debe retirar sus vehículos y su personal del territorio de Ucrania inmediatamente. No hacerlo resultará en costos adicionales y aislamiento", dijo en Washington el contraalmirante John Kirby.
Estados Unidos y la Unión Europea ya han impuesto sanciones económicas a Moscú y el Kremlin tomó medidas en represalia. La OTAN ha desplegado tropas adicionales en los estados miembros que limitan con Rusia.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, describió el ingreso de los camiones sin el permiso de Kiev como una "flagrante violación de la ley internacional". Pero un jefe de seguridad ucraniano aseguró que les permitirían avanzar para evitar "provocaciones".
Rusia negó que viole la ley internacional y el Kremlin dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, le aseguró vía telefónica a la canciller alemana, Angela Merkel, que Moscú no esperaría más el permiso desde Kiev para ayudar a personas en dificultades.
Poroshenko dijo que más de 100 camiones habían cruzado la frontera, de los cuales sólo algunos habían sido revisados por responsables ucranianos dentro de territorio ruso. Otras fuentes ucranianas dijeron que sólo 34 o 35 vehículos habían sido debidamente examinados.
Al repetir sospechas previas de Kiev de que el cargamento de ayuda podría ser utilizado de alguna manera por los separatistas, el Ministerio de Asuntos Exteriores dijo: "Ni el lado ucraniano ni el Comité Internacional de la Cruz Roja conoce el contenido de los camiones. Esto genera una preocupación especial".
El hecho de que vehículos rusos hayan cruzado hacia Ucrania sin permiso "demuestra el carácter deliberado y agresivo de las acciones por parte del lado ruso", dijo el ministerio.
Un testigo de Reuters dijo que camiones pintados de blanco habían cruzado la frontera y se dirigían hacia el bastión rebelde de Lugansk, acompañados de un pequeño número de combatientes separatistas.
"Consideramos esto una invasión directa de Rusia en Ucrania", dijo el jefe de seguridad ucraniano Valentyn Nalivaychenko en un comunicado separado a periodistas. En respuesta a si Ucrania usaría ataques aéreos contra el convoy, Nalivaychenko dijo: "Contra ellos no".
Las regiones de Donetsk y Lugansk, mayormente rusófonas, han declarado su independencia después de un plebiscito considerado ilegal por Kiev. Las regiones han vivido intensos enfrentamientos en las últimas semanas.
Moscú, que niega las acusaciones de que haya brindado apoyo militar a los rebeldes, ya había expresado su impaciencia con las demoras del convoy en la frontera.
"La parte rusa ha decidido actuar, advirtiendo contra cualquier intento de interrumpir el avance del convoy", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en un comunicado.
"La responsabilidad de cualquier consecuencia por las provocaciones (...) recaerá completamente en quienes estén listos para más sacrificios humanos por su ambición y estrategias geopolíticas", sostuvo.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), con el que previamente Kiev y Moscú habían acordado que supervisaría el convoy, dijo que no lo estaba escoltando "debido a la volátil situación de seguridad".
Kiev ha estado usando tropas, artillería y aviones en un intento por acabar con una rebelión separatista que estalló poco después de que Rusia se anexionara la península ucraniana de Crimea en marzo. Las últimas semanas ha habido una serie de derrotas rebeldes que han provocado la muerte de unas 2.000 personas.