Por John Walcott y Steve Holland
WASHINGTON (Reuters) - Un alto oficial naval que trabajó con James Mattis, secretario de Defensa del presidente Donald Trump, es el candidato principal para reemplazar como asesor de seguridad nacional de Estados Unidos a Michael Flynn, quien dimitió bajo fuerte presión por sostener conversaciones con un diplomático ruso.
El vicealmirante Robert Harward, que fue subcomandante del Comando Central de Estados Unidos bajo la supervisión de Mattis, probablemente reemplace a Flynn, dijeron responsables bajo condición de anonimato, en momentos en que la Casa Blanca busca rápidamente contener las consecuencias de la abrupta salida de uno de los principales asesores de Trump.
Flynn dimitió el lunes tras conocerse que había discutido las sanciones estadounidenses contra Rusia con el embajador de ese país en Estados Unidos antes de que Trump asumiera el cargo, en una acción potencialmente ilegal. Posteriormente engañó al vicepresidente Mike Pence sobre los diálogos.
La salida de Flynn se produjo tras días de especulaciones de que podría ser obligado a renunciar.
El general retirado del Ejército y exagente de inteligencia renunció horas después de la divulgación de un informe que decía que el Departamento de Justicia había advertido a la Casa Blanca hace semanas que Flynn podría ser vulnerable a los chantajes por sus conversaciones con el embajador ruso Sergei Kislyak antes de la investidura de Trump.
La salida de Flynn del Gobierno tres semanas después de asumir el cargo es un duro revés para el nuevo presidente, que ha hecho de la seguridad nacional una prioridad.
Trump, un rico empresario convertido en político, nunca había ocupado cargos públicos y sus primeras semanas en la Casa Blanca han estado marcadas por errores y controversias, en particular por su prohibición de ingresar a Estados Unidos aplicada a personas de siete países de mayoría musulmana.
Flynn, un entusiasta partidario de Trump, era un fuerte defensor de tener un trato cordial con el presidente ruso Vladimir Putin, por lo que su salida de un puesto clave podría dificultar los esfuerzos del mandatario para mejorar las relaciones con Moscú.