Por Saud Mehsud
DERA ISMAIL JAN, Pakistán (Reuters) - Un miembro de Al Qaeda y otras tres personas sospechosas de ser militantes murieron el domingo en Pakistán cuando un avión no tripulado estadounidense atacó una casa en la que estaban, dijeron responsables militares paquistaníes.
El ataque se produce un día después de que las fuerzas paquistaníes matasen a un principal líder de Al Qaeda, Adnan el-Shukrijumah. El FBI había ofrecido 5 millones de dólares por su captura en relación a una trama para poner bombas en la red de metro de Nueva York.
Cuatro responsables militares de Pakistán dijeron que el miembro de Al Qaeda estaba entre los muertos en el ataque con un 'drone' equipado con misiles. Lo identificaron como Omar Farooq y dijeron que operaba en Afganistán y Pakistán.
Un responsable dijo que Farooq, también llamado Ustad Farooq, tenía unos 30 años y era líder regional de medios de Al Qaeda.
"Es el primer paquistaní en un alto cargo en Al Qaeda", dijo un militar a Reuters.
El ataque se realizó en la aldea Jar Tangi de Datta Jel, en Waziristán del Norte, una región montañosa que limita con Afganistán. Jar Tangi está a unos 45 km al oeste de Miranshah, la principal ciudad de la región.
Un responsable militar dijo que hubo seis muertos en el ataque. Los ataques con vehículos aéreos no tripulados a menudo suponen conflictos por la cifra de muertos, porque los testigos independientes casi nunca pueden tener acceso a las zonas donde tienen lugar.
El Gobierno paquistaní a menudo protesta públicamente por estos ataques y los califica de una violación de la soberanía nacional.
Pero muchos paquistaníes sospechan que su Gobierno ayuda en secreto a identificar objetivos, una decisión que podría ser impopular si se hace pública.
Los ataques con 'drones' en Pakistán se detuvieron durante seis meses mientras el Gobierno negociaba con los talibanes de Pakistán. Pero las conversaciones no dieron fruto y los ataques se retomaron antes de que el Ejecutivo paquistaní anunciase una ofensiva en Waziristán del Norte el 15 de junio.
Los militares dicen que han matado a más de 1.000 combatientes en la región, cuyo acceso está estrictamente controlado y donde los civiles fueron instados a marcharse antes del inicio de la ofensiva.