Por Jane Wardell y James Regan
SIDNEY (Reuters) - Decenas de miles de australianos se refugiaban el viernes mientras un poderoso ciclón cruzaba el noreste del país, dañando casas, derribando árboles, cortando las líneas de energía y causando inundaciones repentinas, mientras que una segunda tormenta tocó tierra al oeste.
El ciclón tomó casi por sorpresa al estado de Queensland después de que se intensificó en tan sólo unas horas antes de golpear la costa a media mañana como un sistema de categoría 5 - la calificación más alta.
Los servicios de emergencia se apresuraron a evacuar a miles de hogares en la trayectoria directa del ciclón Marcia antes de retirarse y de advertir a cualquiera que no haya dejado la zona de que se refugie dentro de sus viviendas para evitar las ráfagas de viento que alcanzaban un máximo de 285 kilómetros por hora.
Las líneas de ferrocarril a los puertos costeros, una parte esencial de la economía de Queensland impulsada por las exportaciones de materias primas, quedaron paralizadas.
"Quédense en casa, no salgan a la calle", dijo la primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk, en una conferencia de prensa mientras la tormenta pasaba sobre la ciudad costera de Yeppoon, hogar de 16.000 personas a unos 550 kilómetros al norte de la capital del estado, Brisbane.
Palaszczuk advirtió a los 75.000 habitantes de Rockhampton, justo al sur de Yeppoon, que Marcia todavía plantea un gran peligro a pesar de que se había debilitado a un sistema de categoría 3: "El ojo de la tormenta se dirige directamente hacia ustedes".
Los meteorólogos dijeron que lo peor de los vientos debería ceder para el viernes por la tarde, pero advirtieron que fuertes lluvias e inundaciones probablemente continuarán durante varios días y se extenderán hacia el interior.