Por Ahmad Sultan y Abdul Qadir Sediqi
JALALABAD, Afganistán (Reuters) - Un grupo de hombres armados asaltó el martes un edificio del gobierno en Jalalabad, en el este de Afganistán, y tomó a decenas de rehenes después de que un suicida se inmolara en la entrada, dijeron autoridades y testigos.
No hubo una reivindicación inmediata del ataque, aunque los talibanes emitieron un comunicado negando su participación y una serie de atentados mortales en la misma ciudad en las últimas semanas han sido considerados como una demostración de fuerza de Estado Islámico.
Un testigo, un transeúnte llamado Obaidullah, dijo que el ataque del martes comenzó cuando un coche negro con tres ocupantes se detuvo en la entrada de un edificio utilizado por el departamento de refugiados y un hombre armado salió disparado a su alrededor.
Un asaltante se inmoló en la puerta y dos hombres armados entraron en el edificio, situado en una zona cercana a tiendas y oficinas gubernamentales, agregó.
Minutos después, el automóvil explotó e hirió a personas en la calle, dijo Obaidullah.
Ocho heridos fueron llevados a los hospitales de la ciudad, dijeron las autoridades, pero dado que todavía hay enfrentamientos, es probable que aumente el número de víctimas.
Mientras las fuerzas de seguridad acordonaban el área, se escucharon disparos y lo que parecían ser explosiones de granadas de mano.
Sohrab Qaderi, un miembro del consejo provincial local, dijo que alrededor de 40 personas parecían estar atrapadas dentro del edificio, que se incendió en el inicio del ataque.
Aunque no está claro si existe alguna conexión directa, los atentados de Estado Islámico se han intensificado al aumentar las esperanzas de avance de las conversaciones de paz entre el gobierno y los talibanes a raíz del alto el fuego de tres días del mes pasado.
Los ataques se han concentrado en Jalalabad, la principal ciudad de la provincia de Nangarhar, en la frontera con Pakistán, donde aparecieron los combatientes de Estado Islámico por primera vez hacia finales de 2014.
(Información de Ahmad Sultan, Rafiq Shirzad, Abdul Qadir Sediqi; Editado por Clarence Fernandez; Traducido por Blanca Rodríguez)