Por Radu-Sorin Marinas y Luiza Ilie
BUCAREST (Reuters) - El conservador Klaus Iohannis desafió las expectativas y ganó el domingo las elecciones presidenciales en Rumanía, infligiendo una dura derrota al primer ministro socialdemócrata Victor Ponta.
Iohannis, un rumano de origen alemán que fue respaldado por dos partidos de centroderecha, convirtió su desventaja de 10 puntos porcentuales en la primera vuelta en una victoria en la segunda vuelta.
Los analistas habían dicho que un triunfo de Ponta habría ayudado a convertir a Rumanía en un país más estable, con varios poderes concentrados en un solo bloque político. En contraste, la victoria de Iohannis puede revivir las tensiones en uno de los países más pobres de Europa.
Respaldado por una fuerte maquinaria partidaria, Ponta había encabezado los sondeos de opinión tras vencer con comodidad a Iohannis en la primera vuelta del 2 de noviembre.
Sin embargo, Ponta reconoció inesperadamente su derrota tras conocerse los sondeos a pie de urna. Los resultados oficiales conocidos más tarde mostraron que el 55,8 por ciento de los votantes eligió a Iohannis frente al 44,2 por ciento de Ponta, con un recuento de un tercio de los centros de votación.
A pesar de la derrota, Ponta, de 42 años y que ha gobernado desde 2012, descartó renunciar como primer ministro y dijo que su alianza socialdemócrata seguirá en el poder hasta las elecciones parlamentarias de 2016.
Miles de personas se lanzaron el domingo en la noche a calles de Bucarest y otras ciudades para expresar su descontento con el Gobierno de Ponta y exigir su renuncia.
La ex república comunista de 20 millones de habitantes está saliendo de unos duros recortes de presupuesto que siguieron a la desaceleración de la economía mundial.