Por Nidal al-Mughrabi
GAZA, 1 abril (Reuters) - Un hombre palestino se lamentaba de su mala suerte el miércoles después de vender su puerta, dañada por los bombardeos, a un artista local, sin darse cuenta de que la imagen pintada en ella era obra de Bansky y podría valer una pequeña fortuna.
Rabea Darduna, padre de seis hijos del norte de Gaza, dijo que vendió la puerta de hierro de su casa destruida a un hombre de la zona que le ofreció 175 dólares por ella.
Bansky, un artista callejero británico que ha cosechado fama por sus irónicos murales en los lugares más inesperados, visitó Gaza a principios de este año y pintó con spray la imagen de una diosa sujetándose la cabeza en la puerta, entre otras pinturas que dejó por toda la zona.
"No tenía ni idea de lo que valía la pintura, ni de quién era Bansky", dijo por teléfono un frustrado Darduna a Reuters. "Si lo hubiera sabido nunca habría vendido la puerta tan barata".
Las obras de Bansky se venden con frecuencia por más de 500.000 dólares. Un mural pintado en una tienda de Londres en 2013 se vendió en subasta privada por 1,1 millones de dólares. Bansky, natural de Bristol, al oeste de Inglaterra, nunca ha desvelado su verdadera identidad.
Darduna dijo que se sentía estafado y que había estado intentando ponerse en contacto con el hombre que le compró la puerta, sin éxito.
"Quiero recuperarla primero, y después ver las ofertas"·, dijo, señalando que su casa había quedado destruida tras la última guerra y necesitaba dinero para el alquiler y su familia.
"La próxima vez la venderé como una pintura de Bansky, no como una puerta vieja".
El hombre que la compró, el artista y periodista Belal Khaled, dijo que no tenía planeado devolver la puerta ni tampoco venderla "ahora mismo".
"Compré la puerta para preservar la pintura e impedir que la robasen o la destruyeran", dijo a Reuters, añadiendo que había seguido a Bansky durante años y que su trabajo le inspiraba.
"Desde que empecé a hacer graffitis, tener una obra de Bansky ha sido mi sueño".
Khaled asegura que le dijo a Darduna que la pintura de su puerta era de Bansky, pero no pareció reconocer su nombre. Cuando le preguntaron si estaba pensando en venderla, dijo:
"No estoy interesado en venderla ahora mismo".
"Consideraré ofertas para exhibirla en galerías internacionales para hablar sobre el sufrimiento de Gaza y los horrores de la guerra".