MADRID (Reuters) - La Audiencia Provincial de Madrid ha anulado una sentencia de un juzgado madrileño que sentenció a la farmacéutica alemana Grünenthal a indemnizar a las víctimas de la talidomida en España más de 50 años después de que el fármaco fuera retirado del mercado.
Unos 200 socios de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España y otras inhabilidades (AVITE) presentaron una demanda contra Grünenthal por 204 millones de euros, reclamando que el medicamento se continuó vendiendo en España hasta seis meses después de que se prohibiera a nivel mundial por su toxicidad.
Un juzgado madrileño dio la razón a AVITE en noviembre del año pasado y sentenció a la farmacéutica a indemnizar con 20.000 euros por cada punto porcentual de minusvalía que hubiera reconocido el
Estado español a los afectados.
En el auto divulgado el miércoles, la Audiencia Provincial estima la apelación de la farmacéutica, aduciendo que han prescrito las acciones ejercitadas en la demanda de AVITE realizada en 2012.
"La Sala entiende que las acciones ejercitadas por AVITE han de entenderse prescritas, por lo que procede revocar la sentencia y desestimar la demanda interpuesta en su integridad", dijo el auto, contra el que cabe recurso.
La audiencia dijo que la comercialización del principio activo de la talidomida en España comenzó hace unos 50 años y acabó entre 1962 y 1963.
"La mera posibilidad de que puedan producirse daños tardíos derivados del principio activo de la talidomida, no contrastados en la actualidad, y de su posible existencia en determinados afectados, no puede excluir que debamos apreciar la prescripción", dijo la audiencia en su auto.
La talidomida se vendió internacionalmente a mujeres embarazadas y tuvo graves consecuencias. Alrededor de 10.000 bebés nacieron en todo el mundo con defectos causados por el medicamento, desde malformaciones en las extremidades a carencia de brazos o piernas.
Los demandantes aseguraban que en España se vendieron hasta 160 kilos de talidomida, una parte después de su prohibición, sin advertir de los riesgos que conllevaba.
Para la industria farmacéutica, y para la sociedad en su conjunto, la talidomida supuso un antes y un después. El escándalo impulsó la supervisión mundial de los sistemas de experimentación de las medicinas e impulsó la reputación de la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos, que expresó su negativa a aprobarla.