MADRID (Reuters) - El triunfo que consiguió Las Palmas el domingo en los play off de segunda división no sólo significa que la próxima temporada voverá a la máxima categoría del fútbol español, sino que también brindará a los seguidores españoles una oportunidad de despedirse de uno de los mejores centrocampistas de todos los tiempos.
Juan Carlos Valerón, que cumplió 40 años la semana pasada, fue un suplente nervioso recorriendo la línea de banda cuando su club de la infancia superaba al Real Zaragoza por 2-0 en el partido de vuelta del play off, que igualaba la eliminatoria 3-3 y les daba un lugar en Primera División gracias al valor doble de los goles marcados en campo contrario.
El delantero Sergio Araujo marcó el gol decisivo a cinco minutos del final del partido, desatando la euforia en el estadio de Gran Canaria, tras el jarro de agua fría que supuso para el club quedarse casi a las puertas del ascenso al caer contra Córdoba en el tiempo de descuento hace prácticamente un año.
Las Palmas vuelve a la élite del fútbol y el presidente del club Miguel Ángel Ramírez confirmó que Valerón, que volvió al equipo amarillo antes de pasar la mayoría de su carrera marcada por lesiones en el Deportivo de La Coruña, jugaría en la próxima campaña.
"Jugará el próximo año en Primera División para que pueda despedirse en todos los estadios de España", dijo Ramírez a periodistas.
Conocido como "el flaco", Valerón fue uno de los mejores centrocampistas de su generación.
También siendo una leyenda en Las Palmas, el grancanario fue enormemente popular entre la afición del Deportivo, era extraordinariamente respetado por rivales y regularmente se granjeaba el aplauso de los hinchas del equipo contrario en reconocimiento a su sublime talento.
También pasó cortas temporadas en el Atlético de Madrid y el Real Mallorca y jugó 46 veces con la selección española, anotando con la camiseta roja cinco goles y participando en la Eurocopa 2000 y 2004 y el Mundial de 2002.
Su carrera se estancó cuando sufrió dos graves lesiones en la rodilla en 2006, pero volvió a la acción después de dos años sin jugar y varias operaciones.
"Este es el porqué estamos aquí", dijo Valerón después del pitido final del partido cuando jugadores, el entrenador Paco Herrera, personal y afición le rodearon para la celebración.
"Fue un partido muy tenso pero teníamos que ganar de cualquier forma posible", añadió.
"El mayor gozo que tenemos es poder hacer feliz a mucha gente".