Ginebra, 27 abr (EFE).- Cada día mueren cerca de 6.300
trabajadores como resultado de lesiones o enfermedades relacionadas
con el trabajo, lo que corresponde a más de 2,3 millones de
fallecimientos al año, dijo hoy la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
"El costo humano que representa esta tragedia diaria es
incalculable", lamentó el director general de la OIT, Juan Somavia,
en un comunicado con ocasión de la celebración mañana del Día
Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
"El gasto que conlleva la pérdida en días de trabajo, tratamiento
médico y prestaciones abonadas en efectivo asciende cada año al 4
por ciento del PIB mundial", detalló Somavia, quien añadió que "esta
cifra supera el valor total de las medidas de estímulo adoptadas
para responder a la crisis económica".
Los datos de la OIT recalcan que, además, cada año ocurren cerca
de 337 millones de accidentes en el entorno laboral que derivan en
ausencias prolongadas del trabajo.
El director general de la OIT subrayó que uno de los elementos
que preocupan "es el recrudecimiento de los trastornos psicosociales
vinculados a las nuevas situaciones de estrés y presión laborales en
la economía mundial".
"En los últimos tiempos, la crisis económica padecida en las
empresas ha tenido efectos nefastos para muchos trabajadores",
recordó.
Al respecto, un informe de la OIT precisa que entre los nuevos
riesgos laborales se hallan mayores cargas de trabajo y su
intensificación a raíz de los recortes de plantilla.
También señala como riesgos laborales las malas condiciones
asociadas a los trabajos en la economía informal, además de las
nuevas formas de empleo, como el independiente, la subcontratación o
los contratos temporales.
Este estudio sostiene que los expertos en seguridad laboral han
observado un preocupante aumento de los trastornos causados por el
estrés laboral debido a la incapacidad de "hacer frente a los nuevos
modelos de la vida laboral".
Sobre este asunto, la OIT ha recordado que hace poco tiempo
adoptó una nueva lista de enfermedades profesionales, que incluye
por primera vez los trastornos mentales y del comportamiento, así
como los desordenes psicológicos posteriores al trauma.
Asimismo, la organización destacó que los inmigrantes suelen
estar expuestos "a un mayor riesgo de explotación", y que "puede que
no tengan acceso a la atención de salud o a la seguridad social y
con frecuencia no están protegidos por la legislación sobre
seguridad laboral".
De la misma manera, explicó que este colectivo tiende a realizar
"trabajos de alto riesgo", sin apenas "acceso a asesoramiento en
materia de seguridad en el trabajo", y que muchos también "se ven
obligados a trabajar largas jornadas para obtener unos ingresos
adecuados, y pueden sufrir de mala salud en general".
El Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que
instauró la OIT en 2003, se centra este año en los cambios que
conllevan para la seguridad laboral los avances tecnológicos. EFE