Por Eyanir Chinea y Diego Oré
CARACAS (Reuters) - La Justicia de Venezuela determinó el viernes llevar a juicio al alcalde de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, bajo cargos de supuesta conspiración y asociación para generar violencia contra el Gobierno, y ordenó su traslado a una cárcel militar.
Ledezma, un férreo crítico del presidente Nicolás Maduro y veterano político de 59 años, fue detenido la víspera por oficiales armados del servicio de inteligencia, en un hecho que sus aliados denunciaron como irregular.
El Ministerio Público dijo en un comunicado que el alcalde permanecerá recluido en la prisión militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas y donde también está detenido el líder opositor Leopoldo López, por "presuntamente incurrir en los delitos de conspiración y asociación para generar violencia".
Sectores opositores mostraron su rechazo a la medida.
"La detención del alcalde Ledezma nos coloca en una nueva etapa de represión. Al Gobierno ya no le importa ni siquiera guardar las apariencias de que esto es una democracia", dijo Rosibel Torres, una abogada de 53 años, ondeando una bandera de Venezuela en la concentración en el este de la capital.
El arresto de Ledezma tiene relación con los casos que se siguen contra varios activistas políticos acusados por el Gobierno de terrorismo, entre los que destacan Lorent Gómez y Gabriel Valles, adelantó el Ministerio Público.
Ambos, identificados con la facción más combativa de la oposición, están detenidos desde septiembre acusados de conspirar para cometer daños a gran escala en medio de una ola de protestas que dejó 43 muertos a principios del año pasado.
Durante años, la oposición y diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado la existencia de presos políticos en Venezuela, pero el Gobierno lo ha negado asegurando que en el país sólo hay "políticos presos".
GOLPE FRUSTRADO
Desde que Maduro asumió el poder después de la muerte de Hugo Chávez, ha denunciado una decena de supuestos atentados contra su Gobierno que fueron frustrados. Ha acusado a la oposición de estar detrás de ellos con apoyo de Estados Unidos, Colombia y España, pero no ha mostrado pruebas contundentes.
Maduro, de 52 años, se refirió el viernes a un comunicado publicado en la prensa firmado por Ledezma, la exdiputada María Corina Machado y López, donde llaman a establecer un "acuerdo nacional para la transición". El mandatario dijo que era la clave que "activaría el golpe".
"En Venezuela no hay intocables", dijo durante un acto público. "Todo el que se meta a golpista lo esperará la justicia, llámese como se llame", agregó.
Líderes opositores, Estados Unidos y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, negaron las acusaciones que los involucraban en un complot golpista.
Santos pidió que se le respete a Ledezma el debido proceso y el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que su Gobierno está considerando "herramientas" adicionales para encauzar a Venezuela hacia una dirección más positiva.
Opositores dicen que las múltiples acusaciones de magnicidio y golpes de Estado fallidos buscan desviar la atención ante la acuciante escasez de algunos productos de primera necesidad, la inflación y la recesión económica.
"Los venezolanos exigimos ante una acusación tan grave que muestren las pruebas... ¡No hay pruebas! Es un disco rayado, una historia chimba (de mala calidad)", dijo en rueda de prensa el líder de la oposición, Henrique Capriles.
El dos veces candidato presidencial mostró una supuesta encuesta de la firma local Datanálisis que asegura que la popularidad de Maduro repuntó ligeramente entre el 27 de enero y el 7 de febrero a 23,3 por ciento. Sin embargo, un 72,7 por ciento de los encuestados aún rechaza su gestión.
A fines de 2014 la aprobación de Maduro estaba en un 22,8 por ciento, según un sondeo de Datanálisis. 2015-02-21T110616Z_1007110001_LYNXMPEB1K047_RTROPTP_1_OESTP-POLITICA-VENEZUELA-LEDEZMA.JPG