Por fin se ha producido un acuerdo de refinanciación en Abengoa (MC:ABGek) por el que se evita la entrada en concurso de acreedores tras haber pasado por un preconcurso por la gran deuda encubierta que tenía y no había sido debidamente contabilizada y que nadie creía que pudiera ser tan grande, como se ha ido sabiendo a lo largo de estos dos últimos años. Y ahora, nos preguntamos que puede hacer tanto el que tenga acciones de la compañía como el que quiera invertir en ella.
Lejos queda ya el tiempo en que era la empresa más importante de Andalucía y una de las más punteras de España.
En Abengoa se está produciendo un cambio accionarial bastante importante donde sus anteriores dueños, la familia Benjumea, van a tener una relevancia residual ya que su porcentaje actualmente está por debajo del 2%.
Hace unos dias se acordó la agrupación de las dos clases de acciones de Abengoa las A y B que habían sido creadas por su predidente Felipe Benjumea para que solo las A tuvieran derecho a voto y así ser ellos los que obstentaran el poder.
El acuerdo de refinanciación, como todos los que se hacen no va a ser positivo para los accionistas minoritarios de la empresa, pero por lo menos no ha habido una quiebra de ésta dejando el valor de la acción a 0, y si su plan estratégico es bueno podrán recuperar algo de lo que invirtieron.
Hay que destacar que al pacto de refinanciación se ha adherido un 86% de los acreedores, y entre estos también ha dado su apoyo el gobierno estatal al situarse dentro de él Hacienda y la Seguridad Social.
Mucho me temo que detrás de la refinanciación irán macroampliaciones de capital para poder sanear los balances que aun no están analizados por completo tras la expulsión de la cúpula de los Benjumeas y el proceso de saneamiento de la sociedad puede ser muy largo y los accionistas que no acudan a esas ampliaciones pueden ver diluida su participación en un porcentaje bastante apreciable.
La capitalización de Abengoa B ahora mismo es de unos 165 millones de euros cuando hace dos años antes de que se destapara todo el entramado que tenían escondido sus directivos era de unos 4000 millones de euros.
Abengoa B saldrá adelante sin duda, pero su camino será muy lento, deberá de vender activos, negocios no rentables, desprenderse de filiales, acometer ampliaciones de capital, ganarse la confianza de fondos que inviertan en la compañía...
Por tanto, los accionistas minoritarios actuales de Abengoa B poco tienen que perder ya, después de que algunos hayan visto como el valor de sus acciones es un 95% inferior al que realizaron su inversión y deberán de decidir si darán su apoyo a la empresa en las ampliaciones de capital venideras.
Y los que estamos fuera de la acción pues no tocarla por ahora y esperar a ver que plan va trazando la empresa, cual es su verdadera deuda y su patrimonio que a estas alturas todavía no está claro y no precipitarse en movimientos especulativos que conforme vayan saliendo noticias o rumores serán muchos.