Tokio, 24 mar (EFE).- La Bolsa de Tokio cayó hoy por el temor al "sobrecalentamiento" tras los récords alcanzados en las dos jornadas precedentes, y lastrada también por las pérdidas de la víspera en Wall Street.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una bajada de 40,91 puntos, un 0,21 por ciento, y se situó en 19.713,45 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 4,66 puntos, un 0,29 por ciento, hasta 1.587,59 unidades.
El parqué tokiota abrió a la baja en línea con las caídas moderadas que registraron ayer los principales indicadores de la Bolsa de Nueva York, en una sesión marcada por el avance en los precios del crudo.
La Bolsa de Tokio también mostró síntomas de "sobrecalentamiento a corto plazo" después de las sucesivas escaladas de los últimos días, según señaló el analista Horichi Nishi, de SMBC Nikko Securities, en declaraciones a la agencia Kyodo.
El lunes, el Nikkei alcanzó un nuevo máximo en 15 años impulsada por el optimismo en torno a los buenos resultados que se esperan de las grandes empresas niponas de cara al final del año fiscal, después del otro récord batido el pasado viernes.
Entre los valores más devaluados de la jornada destaca el fabricante ferroviario Nippon Sharyo, que cayó un 5,9 por ciento después de anunciar que incurrirá en pérdidas mayores de lo previsto en el ejercicio en curso.
La mayoría de los grandes exportadores nipones cerró con retrocesos, como el fabricante de automóviles Toyota (TOKYO:7203) (0,59 %) o el gigante tecnológico Sony (TOKYO:6758) (1,15 %), al igual que el líder nipón de las telecomunicaciones Softbank (TOKYO:9984) (0,69 %).
Los sectores de la mensajería, los almacenes y el transporte aéreo fueron los más perjudicados de la jornada, mientras que los de la minería y el farmacéutico registraron los mayores beneficios.
El número de valores que retrocedieron fue superior al de los que avanzaron, 1.005 frente 719, mientras que 152 cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 2,752 billones de yenes (20.915 millones de euros), frente a los 2,451 billones de yenes (19.117 millones de euros) de la víspera.