El 70% de la superficie terrestre es agua, pero solamente un 3% es dulce, lo que quiere decir que este porcentaje es el único que es apto para nuestro consumo. Obviamente, también es posible desalinizar el agua con el fin de aumentar esta proporción, pero es un proceso muy caro que requiere de muchas inversiones a las que una gran cantidad de países no tienen acceso.
Otro problema relacionado con la cantidad de agua disponible para ser consumida es que solo una proporción del mencionado 3% es accesible ya que la parte restante se encuentra en glaciares o en los polos.
Habiendo dicho todo esto, y entendiendo que es vital para nuestra supervivencia ¿Por qué no cuidamos el agua como deberíamos? Muchos especialistas aseguran que si continuamos a este ritmo, este bien fundamental se acabará dentro de algunos años.
En este gráfico es posible apreciar cómo se distribuye el agua en el planeta. Un factor fundamental al momento de entender cuál es la problemática relacionada con el agua consiste en que está muy mal distribuida entre los distintos países y continentes, lo que lleva a que aquellos que cuentan con una oferta suficiente, y hasta un exceso de oferta en muchos casos, utilicen el bien sin pensar ni reparar en aquellos que la necesitan de igual manera, pero no pueden gozar de ella.
En el siguiente gráfico es posible observar la diferencia en la disponibilidad de agua entre los distintos continentes. Es claro que tanto américa como Europa y una parte de Asia son las regiones que disponen de mayores cantidades de este recurso, mientras que la mayor parte de África y medio oriente no cuentan con las cantidades básicas necesarias para desarrollar sus actividades con normalidad.
Es de público conocimiento que el tamaño de las poblaciones entre las regiones recién nombradas no es tan sustancial como la diferencia del bien en cuestión que cada una posee, lo que demuestra claramente la falta de agua en importantes zonas de la tierra.
Reflejar este gráfico en números ayudará aún más a entender cuán grave es el problema que estamos atravesando y cuán urgente intentar solucionarlo. Hoy en día mas de un 50% de la población mundial que vive en países emergentes no cuenta con acceso a instalaciones básicas de saneamiento, y 4000 menores de cinco años mueren todos los días a causa de enfermedades relacionadas con esta carencia.
A su vez, 400 millones de chicos en edad escolar sufren una disminución en su capacidad de desarrollo y aprendizaje debido a infecciones relacionadas con parásitos intestinales. Otro dato que resulta muy llamativo y a la vez alarmante es que el 20% de la población mundial utiliza el 80% de los recursos de agua disponibles en el planeta, lo que implica que el 20 restante debe ser distribuido entre el resto de la población. Y finalmente, mirando hacia el futuro, para el año 2025, 817 millones de personas no contarán con recursos suficientes de agua.
El siguiente gráfico muestra la disparidad existente entre el consumo diario de agua entre una persona que vive en una potencia mundial, y otra que vive en condiciones precarias en África. El consumo diario de una persona en Estados Unidos es 38 veces más grande que el de una persona que vive en Etiopía. La principal razón por la cual en estos países se consume esta cantidad de agua es porque en muchos casos es desperdiciada de manera estruendosa tanto en actividades de riego como en el uso personal.
Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, resulta una obviedad la conclusión de que es muy necesario que tanto aquellos que gobiernan y que tienen la potestad para cambiar algo respecto a esta situación decidan hacerlo con urgencia, y que nosotros, los ciudadanos, nos comprometamos a cuidar y usar el agua de manera responsable con el fin de evitar una crisis venidera. Esperemos que no sea demasiado tarde.