Se espera una apertura alcista en EE.UU., siguiendo la estela de Europa y mirando el comportamiento del crudo, que vuelve a estar hasta cierto punto fuerte. Los datos macro siguen mandando y hoy tenemos otra tanda, mientras seguimos el camino al de empleo del viernes.
Debemos hacernos a la idea de que prácticamente todas las sesiones que quedan de aquí hasta el final de la semana, cuando conoceremos el dato de creación de empleo de febrero de Estados Unidos, van a ser complicadas y posiblemente con cambios de dirección que se alternan cada día, ya que hay una palpable falta de decisión a la hora de afrontar el riesgo por parte de los inversores buscándose puntos de apoyo o rechazo prácticamente cada día.
Para hacernos una idea de la situación, simplemente miren el gráfico adjunto, en donde tomamos como representante de la renta variable el gráfico del NYSE, que está en negro, y en donde aparece también en amarillo el precio del oro, en rojo el precio del crudo de referencia en Estados Unidos y el verde el gráfico del índice dólar.
Como puede verse, es desde comienzos de 2016, los dos activos más movidos han sido el que se está tomando como referencia del riesgo, el precio del crudo, y el que se está tomando como referencia de la búsqueda de seguridad, el oro. El mercado está completamente dividido y más cuando los dos se ponen a ir en la misma dirección, porque la seguridad o el riesgo se quedan sin referencia y aparecen dudas por todas partes.
La volatilidad se mantiene más o menos alta en todas partes, precisamente por esos cambios de dirección en los mercados y al cambiar aquello en lo que se fijan los operadores, pero tras la apertura de Wall Street, vamos a tener más volatilidad porque tenemos una buena tanda de datos macro importantes, y más cuando hemos visto algunos PMI que nos han dejado bastante fríos.
Para empezar, 15 minutos después de la apertura tendremos el PMI de manufacturas de Estados Unidos y 15 minutos después tendremos el gasto en construcción, el ISM de manufacturas y ojo con el que salió de Chicago, además de estar muy atentos al cierre del mercado porque tendremos las cifras de reservas semanales de crudo creadas por el Instituto API, que ya saben sirven de especulación con las que conoceremos mañana del departamento de información energética, y que puede mover el precio del crudo por la mañana hasta la aparición del dato por la tarde.
Como podemos imaginarnos, los datos macro no están saliendo a favor ni en Europa ni en Estados Unidos, lo que pone más presión todavía a los bancos centrales. Éstos, sabedores de la situación, siguen pidiendo a gritos que sean los gobiernos los que empiecen a mover sus países por dentro para aumentar la competitividad y apostar por las nuevas tecnologías y la innovación en general, pues no se puede estar regalando todo a base de dinero barato ya que no es la solución a los problemas.
Además, estamos viendo demasiadas muestras de la temporada de resultados en donde hay malas perspectivas para los negocios pero se empeñan en descapitalizarlos. Este movimiento se basa en que las cúpulas directivas son además también accionistas de la empresa, por lo que para mantener las cotizaciones altas y camuflar un poco las malas perspectivas para 2016, lo que se hacen es subir el dividendo y aumentar la recompra de acciones propias, lo que no es otra cosa que aumentar las pagas de los empleados accionistas, ya que todo ese dinero se echa en falta en el propio negocio.
Por lo tanto, siguen aumentando las quejas de inversores muy conocidos acerca de que las empresas están jugando con las cotizaciones en bolsa pero desocupándose de los negocios.
En el aspecto técnico, hay un cierto ambiente enrarecido en el S&P 500, ya que hace dos sesiones dejamos una karakasa invertida casi rozando el 61,8% del retroceso de la bajada desde los últimos máximos de 2015 pero es que donde tenemos el punto importante es en la volatilidad, ya que la media de 200 sesiones sigue ejerciendo como soporte, algo muy negativo y que nos mantendrá muy alerta mientras no superemos los máximos de hace dos sesiones en el S&P 500. Recordemos que el viernes tenemos el dato de empleo de Estados Unidos de febrero y siempre el mercado suele meterse en una zona de turbulencias hasta la publicación del dato.