A pesar de un desplazamiento al alza en la curva de rendimiento de los bonos alemanes y los datos de inflación mejores de lo previsto (el IPCA fue del 1,5 % interanual en junio frente al 1,3 % de la medianade las proyecciones) la moneda única luchó por extender las ganancias, mientras caía sobre la resistencia en $1.1447 (máximo del 11 de mayo de 2016).
En el extremo corto de la curva, los rendimientos de los bonos alemanes a 2 años se estabilizaron en -0,55 % después de haber aumentado más de 40 pb desde febrero. Con respecto al largo plazo, los rendimientos a 10 años siguieron subiendo, alcanzando un 0,46 % en comparación con el 0,18 % de febrero, pese al aumento de las expectativas de inflación.
De hecho, el fuerte repunte de la tasa swap de inflación a futuro 5y5y (un alza de 9 pb hasta 1,61 % en menos de una semana) muestra que los participantes del mercado han corregido al alza sus expectativas de inflación, lo que naturalmente se tradujo en tasas nominales más altas, ayudando al euro a ganar impulso.
En los EE. UU., la sorpresa al alza en el PIB del 1T no logró revertir la ola de ventas que ha enviado al USD a un mínimo de varios meses, pero por lo menos sí ayudó a detener el sangrado. La corrección final del PIB del primer trimestre estuvo en el 1,4 % intertrimestral (anualizado), mientras que el consumo personal logró una leve mejora y subió al 1,1 intertrimestral (saar: tasa anual ajustada por estacionalidad, por sus siglas en inglés). El índice dólar cayó a su nivel más bajo desde principios de noviembre del año pasado y alcanzó los 95.47, borrando por completo las ganancias que siguieron a la elección de Donald Trump.
Dada la rápida y aguda depreciación de la divisa estadounidense, creemos que los inversores están dispuestos a tomar esas ganancias y tomarse un tiempo para reevaluar la situación, sobre todo después de los confusos comentarios de Carney y Draghi del día miércoles.
Un retorno del EUR/USD al nivel de 1.12 (38,2 % de Fibonacci en el repunte de abril a junio) no puede descartarse; sin embargo, el par debería hacer una pausa alrededor de 1.13 antes de cualquier posible movimiento a la baja. Dado el reciente brillo de la imagen económica de la UE, mantenemos nuestra postura larga en el euro frente al dólar.