Precio, volumen y volatilidad
Numerosos estudios estadísticos, de forma más o menos imaginativa, han centrado su atención en el mes de enero.
La razón es simple: el sueño de poder formular una previsión correcta para el año que acaba de comenzar hace que se le dé gran importancia a una posible correlación entre enero y el resultado de todo el año.
Una estadística poco conocida parte de la observación de los primeros cinco días hábiles del año: si es positiva, la probabilidad de un año positivo se da en el 82% de los casos, teniendo en cuenta los años 1950 a 2020. Y el crecimiento promedio es 13,6%.
Este año las estadísticas de los primeros cinco días del año, si las aplicamos al S&P500, vemos un crecimiento del 1,8%. Ocupa el decimonoveno lugar de los 72 años considerados.
En los años posteriores a las elecciones, como 2020, el pronóstico fue acertado en 13 de los 17 casos.
Con la alta incertidumbre de un año como, entre pandemias, riesgo de disturbios y disturbios en Estados Unidos, inestabilidad política en algunos países europeos (no solo España... Italia, Holanda y Estonia están en las mismas condiciones y por diversas razones no despiertan menos preocupación).
Después de la invasión del Parlamento estadounidense por parte de los alborotadores, el mercado de valores estadounidense siguió subiendo. Un famoso comentarista del New York Times, Jeff Sommer, se sorprendió al decir que "el rally refleja la codicia de los inversores optimistas".
La fase de pausa que están experimentando los mercados en este momento corresponde a la sincronización de nuestro algoritmo de tiempo que proporcionó una reversión temporal a partir del 14 al 17 de enero, más o menos cuatro días. Está sucediendo, incluso si el máximo que esperábamos en el S&P500 estaba unos veinte puntos por encima.
Todo esto muestra que los mercados siguen algoritmos, las matemáticas de las finanzas operativas, mucho más, y se detienen o disminuyen cuando tienen que detenerse o bajar, independientemente de la política.
"Los mercados no son una encuesta política", fue el comentario de un conocido estratega de Wall Street, y luego agregó: "y ni siquiera la medida de satisfacción con lo sucedido en las elecciones".
Para comprender los mercados, por tanto, es necesario analizar los mercados. Trivial, aparentemente, pero la emoción de las noticias que nos rodean con demasiada frecuencia nos engaña. Es puro ruido y nos quita la concentración.
El análisis de los mercados se realiza con tres variables. Precio, volúmenes, volatilidad: estas son las tres dimensiones del mercado.