Este mercado petrolero es diferente de todo lo que los traders han experimentado antes, en parte porque las fuerzas estabilizadoras y los indicadores tradicionales se han dado la vuelta.
Echemos un vistazo a lo que algunos bancos, agencias y economistas prevén para el futuro del petróleo este año. A continuación también podremos ver cómo la OPEP+ podría influir en el mercado, con su próxima reunión prevista para el miércoles que viene. (Hay que tener en cuenta que la OPEP+ podría o no celebrar una reunión la próxima semana el 28 de abril, la decisión aún está tomada).
Opiniones diversas sobre precios, oferta y demanda
Los precios del petróleo se han mantenido relativamente estables en abril, con el WTI rondando los 60 dólares por barril y el Brent unos dólares más caro. Algunos analistas, como los de Goldman Sachs (NYSE:GS) y Citigroup (NYSE:C), piensan que los precios subirán a 80 dólares por barril aproximadamente este verano. De hecho, creen que la demanda de petróleo registrará máximos históricos y las restricciones impuestas por la pandemia se relajarán en el tercer trimestre.
Otros son más escépticos, ya que los casos de coronavirus en la India están aumentando y los países europeos planean imponer más restricciones a los viajes.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), en sus últimas previsiones petroleras a corto plazo, indica que la oferta y la demanda de petróleo convergerán en el tercer trimestre de este año y luego el consumo superará ligeramente el suministro en el cuarto trimestre. No obstante, la previsión de la EIA sugiere que el Brent alcanzará una media de sólo 61 dólares por barril en la segunda mitad del año, lo que en realidad supondría una disminución con respecto al precio actual del Brent, que ronda los 65 dólares por barril.
Una visión interesante de este pronóstico fue planteada por el economista jefe del Instituto Americano del Petróleo (API), el doctor Dean Foreman, en el podcast de la Semana de la Energía a principios de esta semana. (Descargo de responsabilidad: Soy copresentadora de ese podcast). Explicó que el pronóstico de la EIA incluye la suposición de que la producción estadounidense aumentará en 900,000 barriles al día para satisfacer la creciente demanda en 2021.
Sin embargo, sobre la base de discusiones con los productores de petróleo estadounidenses y evaluaciones de sus planes, parece que es poco probable que la producción estadounidense aumente tanto y que es más probable que Estados Unidos experimente un aumento de la producción de sólo la mitad de esa cantidad.
Si éste es el caso, y la demanda se acelera como se esperaba, entonces los precios aumentarán en la segunda mitad del año, en contraste con las previsiones de la EIA. Sin embargo, mucho de todo esto depende de la capacidad de respuesta de la OPEP+. Al no aumentar la producción, Estados Unidos básicamente habrá abierto la puerta para que la OPEC+ aumente su producción más de lo que planea ahora mismo.
OPEP+: Reactiva en lugar de proactiva
La OPEP+ está adoptando un enfoque de "esperar a ver qué pasa". En este momento, planea aumentar la producción de petróleo gradualmente en mayo, junio y julio con la advertencia de que "ajustará" la producción al alza o a la baja en sus reuniones ahora mensuales dependiendo de las señales del mercado. Esto puede parecer un enfoque comedido, pero la propia estrategia reaccionaria de la OPEC+ podría ser lo mismo que desencadene un repunte de los precios.
Este año, en lugar de fijar cuotas de producción para seis meses de golpe, la OPEP+ ha pasado a un calendario de reuniones mensual en el que fija las tasas de producción para uno, dos o tres meses como máximo. Arabia Saudí también ha anunciado "sorprendentes" reducciones unilaterales que han afectado al mercado.
La OPEC+ está tratando de reunirse cada mes y proporcionar a la vez suficiente tiempo para que las compañías petroleras entiendan la política y determinen sus precios oficiales de venta para el mes que viene. Y la OPEP+ se reúne regularmente para que la organización y sus miembros puedan reaccionar a los cambios del mercado.
Sin embargo, como resultado del aumento de la frecuencia de las reuniones de la OPEP+, nadie —ni siquiera las compañías petroleras, sus clientes ni los traders de petróleo— sabe qué esperar de la OPEC+. Al mismo tiempo, la OPEP+ se ha convertido en gran medida en un reactor del mercado en lugar de en un emisor del mercado.
Desafíos previstos de cara a los próximos meses
Hace 14 meses, los traders de petróleo examinaron en general ciertos indicadores para pronosticar los precios. Examinaron las tendencias de producción, la política de la OPEP+, la salud general de las economías (para determinar la demanda futura) y las cuestiones estacionales relacionadas con los viajes, la refinación, el consumo de electricidad (en el que se quema petróleo para la electricidad), etc.
Hoy en día, la información que los traders necesitan se ha invertido. Las tendencias de producción en Estados Unidos son difíciles de deducir, en parte porque los productores desconfían de los cambios provocados por la dirección del nuevo Gobierno.
La OPEP+ se ha vuelto reaccionaria, cambiando la política mensualmente en lugar de cada seis meses. La salud de la economía ya no es orgánica, sino que ahora está ligada directamente a la imposición y relajación de las restricciones y medias de confinamiento ordenadas por los gobiernos.
Es por eso que tantas previsiones y pronósticos divergentes cambian mensualmente. Nada es lo que era a principios de 2020.