Una de las máximas más tradicionales en el mercado indica “compra lo que conoces”. La idea principal es que nuestros conocimientos específicos en áreas que exceden al análisis financiero propiamente dicho pueden resultar valiosos a la hora de seleccionar inversiones ganadoras.
Este enfoque ofrece beneficios importantes, aunque no debemos perder de vista algunos aspectos más formales para evaluar en forma integral una alternativa de inversión.
Compra lo que conoces
Peter Lynch fue uno de los gestores de activos más exitosos en la historia de los mercados, y el principal promotor de la idea de “compra lo que conoces”. El concepto hace referencia a la propia metodología de Lynch, quien solía visitar tiendas comerciales los fines de semana con su familia para identificar aquellas compañías que ofrecen los productos y servicios más atractivos. “Si te gusta la tienda, lo más probable es que te va a gustar su acción” explicaba el magnate.
El concepto es tan sencillo como poderoso. En definitiva, una acción no es otra cosa que un título de propiedad sobre el capital de una empresa. A largo plazo, el valor del papel debería reflejar el valor del negocio, y los negocios más valiosos pueden ser aquellos que satisfacen a los clientes mejor que la competencia.
No solo nuestra experiencia como consumidores puede ser valiosa en este sentido. Las oportunidades de inversión en negocios de tecnologías altamente sofisticadas requieren conocimientos profundos sobre la materia. Muchos profesionales de alto nivel en la industria tecnológica suelen capitalizar sus conocimientos técnicos apostando a las tecnologías que consideran ganadoras en detrimento de otras alternativas en el mercado que consideran menos atractivas.
En industrias como automóviles o moda resulta determinante poder comparar los últimos lanzamientos de una firma frente a los de la competencia. Por lo tanto, quienes conocen a fondo negocios de este tipo cuentan con una ventaja sobre otros inversionistas en función de su capacidad para analizar los productos y compararlos en detalle.
Los conocimientos en áreas como salud y biotecnología pueden ser un activo determinante para seleccionar alternativas de inversión. Se necesita un entendimiento profesional para evaluar diferentes tratamientos y medicamentos, comparando sus beneficios, así como los efectos colaterales y los costos para el paciente.
Teniendo esto en cuenta, muchos de los grandes gestores de inversión contratan los servicios de doctores y especialistas en salud antes de tomar decisiones complejas en el sector. De más está decir que estos profesionales se benefician materialmente de sus conocimientos sofisticados en la materia a la hora de gestionar sus propias inversiones.
Un buen paso inicial, pero no más que eso
Las inversiones exitosas muchas veces tienen que ver con detectar cuestiones que otros inversionistas no han visto o pasaron por alto. Por tal motivo, apoyarnos en nuestras experiencias personales y conocimientos específicos en algunas áreas puede ser una estrategia efectiva para encontrar alternativas con buen potencial. Por otro lado, el trabajo de análisis apenas ha comenzado cuando identificamos una alternativa de inversión que podría resultar interesante.
Nuestra experiencia como consumidores poco nos dice al respecto de la performance financiera del negocio, y este es un aspecto que no conviene dejar de lado. Algunas compañías de alto crecimiento en el sector de tecnología suelen enfocarse en satisfacer a los clientes antes que en generar ventas y ganancias para los inversionistas. Esta puede ser una estrategia ganadora a largo plazo. Sin embargo, es fundamental que tarde o temprano la firma logre generar niveles de rentabilidad adecuados para que esto se vea reflejado en ganancias para los inversores.
Muchos inversionistas jóvenes se volcaron al IPO de Snap (NYSE:SNAP) - la empresa detrás de Snapchat - debido a que valoran el servicio que ofrece la plataforma. Si bien es demasiado temprano para saber cómo va a resultar el IPO de Snap a mediano plazo, las acciones de la compañía han caído cerca de un 30% desde sus máximos en un contexto de performance financiera decepcionante.
La lección clave es que, incluso cuando se trata de negocios exitosos y apreciados por los consumidores, no podemos perder de vista una mirada a las ventas, las ganancias y la fortaleza financiera del negocio antes de tomar una decisión de inversión.
Otro punto determinante es la valuación de las acciones. Incluso si la compañía es exitosa desde lo comercial y la marcha del negocio es saludable en cuanto a lo financiero, la inversión puede tener resultados negativos cuando el precio de las acciones es excesivamente elevado.
No tiene nada de malo pagar una prima por encima del promedio de mercado cuando la compañía así lo amerita. Sin embargo, incluso una gran empresa puede ser una mala inversión cuando el precio es exorbitante. En muchos casos, especialmente cuando se trata de compañías visiblemente exitosas, pagar precios excesivos es uno de los errores más habituales que cometen los inversionistas.
Poner la atención en firmas que conocemos directamente gracias a nuestra experiencia como consumidores o nuestros conocimientos específicos de una industria en particular puede ser una estrategia interesante para detectar oportunidades atractivas de inversión.
Sin embargo, el proceso de análisis debe ser sustancialmente más profundo. Aspectos como la performance financiera del negocio y la valuación de las acciones no pueden dejarse de lado cuando se trata de evaluar en forma completa e integral una alternativa de inversión.