Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
- Retrocesos clave provocan la corrección de las principales criptomonedas
- Mínimos más bajos la semana pasada
- La corrección y la consolidación son saludables para los mercados
- Regulación vs. especulación irán de la mano en 2022
- Comprar en las caídas sigue siendo el enfoque óptimo, pero podría llegar a ser aterrador
Aunque el Bitcoin y el Ethereum se han apartado de sus máximos históricos del 10 de noviembre de 2021, y el ámbito de las criptomonedas ha seguido experimentando una débil acción de precios a principios de 2022, el rendimiento desde que las principales criptomonedas empezaron a cotizar sigue siendo asombroso.
Aunque los futuros de próximo vencimiento del Bitcoin cayeron desde los casi 70.000 dólares por token en noviembre en 2021 hasta el nivel de 33.472 dólares en el momento de redactar estas líneas este lunes, 24 de enero, vale la pena recordar que el precio ascendía a sólo cinco centavos en 2010. Mientras que los futuros de Ethereum de enero cayeron desde algo más del nivel de 4.900 dólares a mediados de noviembre hasta alrededor de 2.216 dólares el 24 de enero, el precio ascendía a 11,13 dólares en mayo de 2016.
Poner bajo el microscopio la última acción de los precios de esta clase de activos de las criptomonedas puede alterar las percepciones. En general, su apreciación explosiva no tiene precedentes. Las principales criptomonedas han dado lugar a más de 17.000 tokens digitales, y el número de tokens nuevos aumenta cada día.
Aunque la mayoría de ellos acabarán acumulando polvo en las carteras de los ordenadores, la posibilidad de obtener rendimientos similares a los del Bitcoin o el Ethereum ha creado un frenesí de compra de muchos tokens nuevos. No obstante, los precios de las criptomonedas han bajado durante los primeros días de 2022, acercándose a la mitad del valor al que ascendían cuando tocaron techo el 10 de noviembre.
Si nos fiamos de anteriores patrones de precios, la considerable venta de la clase de activos podría preparar el terreno para otra tormenta de volatilidad más temprano que tarde en 2022.
Retrocesos clave provocan la corrección de las principales criptomonedas
El 10 de noviembre de 2021 fue un día fatídico para el Bitcoin y el Ethereum, que registraron nuevos máximos históricos y luego revirtieron su rumbo.
Fuente: CQG
Como destaca el gráfico, los futuros de Bitcoin de enero registraron máximos en 69,820 dólares por token el 10 de noviembre para después revertir su rumbo y cerrar la sesión por debajo de mínimos del día anterior. El patrón clave de reversión a la baja ha provocado pérdidas los dos últimos meses.
Fuente: CQG
Los futuros de Ethereum de enero siguieron la misma trayectoria bajista, subiendo hasta máximos de 4.972,75 dólares para luego cerrar por debajo de los mínimos del 9 de noviembre.
Mínimos más bajos la semana pasada
Desde el 10 de enero, cuando se cumplen dos meses de la subida a máximos históricos y posteriores retrocesos, el Bitcoin y el Ethereum han seguido registrando mínimos más bajos.
Los futuros de Bitcoin de enero se habían mantenido en el rango de 39.470-44.450 dólares, definiendo niveles de soporte y resistencia técnica a corto plazo hasta el 21 de enero, cuando el precio cayó por debajo de la parte inferior del rango y por debajo del nivel de 37.000 dólares.
El rango de los futuros de Ethereum de enero había sido de 2.918-3.413,50 dólares, definiendo los niveles críticos a corto plazo que habían contenido la acción del precio. El 21 de enero, los futuros de Ethereum de enero cayeron por debajo del nivel de 2.600 dólares.
Las principales criptomonedas han sufrido importantes descensos desde que registraran máximos. Los futuros de Bitcoin y Ethereum de enero cotizaban a 36.725 y 2.610,50 dólares a finales de la semana pasada y ahora están aún más bajos. Ambos cotizan a los precios más bajos desde julio/agosto de 2021.
La corrección y la consolidación son saludables para los mercados
Los mercados alcistas rara vez se mueven en línea recta. Así, la acción correctiva del precio en un mercado alcista puede ser brutal y, cuanto más volátil sea el activo, más desagradable será la corrección. La volatilidad es una pesadilla para los inversores, pero crea un paraíso de oportunidades para los traders más ágiles que le tienen tomado el pulso a los mercados.
Tras un 2021 muy volátil en el que los precios de las criptomonedas se dispararon y se desplomaron, el Bitcoin y el Ethereum van camino de mínimos. Las perspectivas de subida de los tipos de interés de Estados Unidos y las ventas en el mercado de valores han propiciado las ventas en el espacio de las criptomonedas. Cuando las criptomonedas toquen fondo y puedan consolidarse y asimilar las pérdidas desde los máximos del 10 de noviembre, es probable que vuelvan a las tendencias alcistas.
Regulación vs. especulación irán de la mano en 2022
Para los más devotos, las criptomonedas adoptan una ideología libertaria, ya que arrebatan el poder de control de la oferta monetaria de los bancos centrales y los Gobiernos y lo devuelven a los individuos. Los valores de las criptomonedas se determinan únicamente por la oferta y la demanda de tokens.
Mientras tanto, el increíble aumento del valor de las criptomonedas ha alimentado un frenesí especulativo en el Bitcoin, el Ethereum y muchos otros tokens de la clase de activos.
A finales de la semana pasada, la capitalización del mercado global de la clase de activos de las criptomonedas se situaba por debajo del nivel de los 2 billones de dólares, habiendo perdido alrededor de 1 billón de dólares de su valor desde los máximos del 10 de noviembre. En comparación, la capitalización de mercado del gigante tecnológico Apple (NASDAQ:AAPL) asciende al nivel de 2,65 billones de dólares, por lo que la clase de activos de las criptomonedas no se acerca a un nivel que suponga un riesgo sistémico para el sistema financiero.
Sin embargo, el aumento de más del 182% de su capitalización de mercado en 2021 hasta alcanzar el nivel de 2,166 billones de dólares el 31 de diciembre de 2021, es una tendencia que podría hacer que los reguladores se pongan nerviosos por los riesgos sistémicos si persiste un crecimiento similar o mejor en 2022. Para el 31 de diciembre de 2022, el mismo porcentaje de aumento situaría la capitalización de mercado de la clase de activos en el nivel de casi 4 billones de dólares.
La actividad especulativa de las criptomonedas actúa como un imán para una mayor regulación de esta clase de activos. Cuanto más suban, más tratarán los reguladores de ponerle freno al floreciente mercado.
Comprar en las caídas sigue siendo el enfoque óptimo, pero podría llegar a ser aterrador
Cualquiera que se haya sumergido en el mundo de las criptomonedas sabe que los precios pueden ser vertiginosos. Antes de que las criptomonedas aparecieran en escena, las materias primas eran la clase de activos más volátil, pero palidecen en comparación con la evolución de los precios de las criptomonedas.
Las criptomonedas tienen una relación directa con los temores inflacionarios de 2021 y principios de 2022. La Reserva Federal de Estados Unidos está dispuesta a ajustar el crédito para hacer frente a la subida de precios los próximos meses. Y las perspectivas de subida de los tipos de interés han lastrado los precios de las criptomonedas.
Sin embargo, la correlación podría ser falsa, ya que los datos históricos de la nueva clase de activos no son sólidos. Aunque las criptomonedas compiten con otros activos por el capital de inversión y especulativo, ofrecen una alternativa ideológica al representar, entre otras cosas, la evolución de la revolución fintech.
Mientras tanto, los patrones de trading del año pasado sugieren que los inversores que compran Bitcoin, Ethereum y otros tokens durante los periodos de debilidad de los precios aumentan sus probabilidades de éxito y beneficios. Aunque el rendimiento pasado de los precios nunca es una garantía de resultados futuros, los patrones históricos son herramientas valiosas que a menudo se repiten.
Las criptomonedas han pasado de ser un nicho de activos alternativos a ser la corriente principal. Muchas instituciones financieras ofrecen ahora a sus clientes la posibilidad de invertir un porcentaje de sus carteras en las monedas digitales más líquidas.
Para aquéllos que estén considerando sumergirse en esta clase de activos, el actual periodo de consolidación podría ser el momento perfecto para dar el paso. Pero recuerde que cualquier inversión en criptoactivos conlleva un riesgo del 100%. Los compradores deben seguir atentos, ya que el potencial de ganancias increíbles viene acompañado del riesgo de pérdida total.
Un período de consolidación podría conducir a otra tormenta de volatilidad en el ámbito de las criptomonedas. Abróchense los cinturones, ya que las probabilidades auguran un viaje turbulento.