A principios del mes de noviembre publicábamos el artículo ‘La que se avecina…’ en el que alertábamos de las lecturas negativas que daban algunos indicadores económicos públicos, así como de las conclusiones de nuestro modelo econométrico basados en la fuerza laboral estadounidense. Este último asignaba una probabilidad del 35% de que en el segundo trimestre de 2022 pudiéramos entrar en una recesión técnica.
Como saben, el primer trimestre arrojó una variación en términos anualizados del -1,6%, por lo que una segunda lectura negativa en el segundo trimestre nos condenaría a ese temido escenario que anticipábamos hace 8 meses.
Aún queda mes y medio hasta que conozcamos la estimación de la evolución de la economía americana en el segundo trimestre del US Bureau of Economic Analysis. Mientras llega esa fecha, contamos con información adelantada como la que ofrece el Banco de la Reserva Federal de Atlanta que indica que la economía podría estar contrayéndose un 2,1% este trimestre pero, como suelen decir los jugadores de mus: "hasta el rabo todo es toro".
También tendremos como indicador adelantado la propia campaña de resultados del segundo trimestre, que comenzará la próxima semana. Puede servirnos como termómetro para medir el estado de la actividad económica y el impacto que pudiera tener el incremento de los costes de producción en las cuentas de resultados de las compañías. Recordarán algún que otro susto que tuvimos en el primer trimestre con las compañías del sector 'retail' como protagonistas, y ahora será interesante comprobar si estábamos ante un suceso puntual o si, por el contrario, se trata de una tendencia que comienza a extenderse por el tejido empresarial.
Es de vital importancia hacer seguimiento de los resultados en términos agregados, ya que es la magnitud económica que mejor correlaciona con las bolsas. El pasado 29 de junio conocimos el dato final en el primer trimestre, que confirmó un deterioro del 4,9%, superior en 6 décimas a la estimación anterior del mes de mayo. Una caída en los próximos meses de los resultados empresariales y las perspectivas de empeoramiento en el tercer trimestre podría suponer riesgo de nuevas caídas en la renta variable.
Por si fuera de utilidad para ustedes, en estos momentos, los mimos modelos que hace unos meses preveían una potencial recesión en el segundo trimestre de 2022 indican que el deterioro de la economía podría alargarse hasta el primer trimestre de 2023.
Ante el riesgo de una potencial recesión económica, los inversores están buscado refugio en deuda pública, que ofrece una rentabilidad anual bastante atractiva, lo que ha provocado una fuerte subida de la cotización de los pagarés y bonos del Tesoro en los tramos de media y larga duración. La semana pasada publicábamos los niveles a partir de los cuales dos de los principales productos de deuda pública americana, como son el T-Note a 2 y a 10 años podrían experimentar subidas. Este movimiento viene además acompañado de una fuerte entrada de efectivo en productos de renta fija, como verán en las estadísticas que mostramos a continuación, mientras que las salidas de la renta variable han alcanzado una cifra récord en lo que va de año.
La renta variable se encuentra en un momento de gran debilidad, con un sentimiento de los inversores muy dañado y una gamma en negativo desde el mes de abril, el período más largo desde la Gran Crisis Financiera, por lo que, a pesar de la sobreventa de los índices en el corto plazo, recomendamos extremar las precauciones.
Flujos netos de efectivo
Los ETFs y los fondos de inversión son productos muy utilizados por una parte importante de la comunidad inversora, debido a su tratamiento fiscal especial y a la posibilidad que ofrecen de construir una cartera diversificada de manera muy sencilla. Por ese motivo, son un buen termómetro del interés y del miedo en cada momento.
La semana pasada, la renta variable sufrió la mayor salida de efectivo registrada en 2022, según las fuentes consultadas. Hablamos de más de 54.000 millones, según FactSet (NYSE:FDS) y 13.600 según Refinitiv Lipper. Llama aún más la atención que los ETFs inversos, es decir, aquellos que tienen un comportamiento opuesto al de la bolsa, recibieron una entrada neta por valor de 12.571 millones de dólares. En lo que va de año, la renta variable habría recibido la pírrica cantidad de 30.439 millones de dólares, que contrasta con los 367.405 millones de dólares que acumulaba por estas fechas en 2021.
Por lo que respecta a la cartera de derivados de inversores institucionales, asistimos a una importante subida de la renta fija en las últimas semanas, hasta alcanzar el 24% del peso de la cartera, mientras las materias primas pierden terreno hasta el 8% y la renta variable se mantiene razonablemente constante en las últimas semanas.
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
Este indicador es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
La FRT del conjunto de las materias primas (-18) se mantiene en el nivel más bajo registrado en el último año y medio en zona lateral-bajista, aunque continúa siendo la clase menos débil. Ya son 12 las semanas que la renta variable (-38) continúa en zona bajista, igual que las cryptos (-63). Los índices de volatilidad de la renta variable han caído fuertemente hasta la zona lateral-bajista, aumentando así la posibilidad de rebote en las bolsas.
Entre las familias de materias primas, el indicador de fortaleza interna de los commodities de Energía (+21) se mantiene como el más fuerte, aunque la semana pasada perdió la zona alcista en la que se ha mantenido durante 25 semanas consecutivas. Le siguen Alimentación (-5) que, aunque algo ha mejorado, continúa en zona lateral-bajista, Metales Preciosos (-50), y Metales Industriales (-58), la familia que más ha caído en las últimas 5 semanas, movimiento de los inversores coherente con sus perspectivas de ralentización económica para los próximos meses.
Los índices americanos (-63) repiten FRT y continúan siendo los más débiles, mientras los europeos (-44), recuperan algo de fuerza interna. Destacan, sin embargo los índices asiáticos (-18), que suben hasta la zona lateral-bajista.
La debilidad sigue instalada en las bolsas de todo el mundo, acumulando abultadas caídas en el último mes. Norteamérica continúan siendo la región más castigada.
Actualización de los niveles de control de los inversores institucionales
Como saben de artículos anteriores, nuestra predisposición es alcista mientras el precio de los distintos activos se sitúe por encima de los niveles en los que se encuentran posicionados los inversores institucionales y que se muestran en la tabla siguiente. Los niveles de presión bajista son relevantes a los efectos de anticipar en qué zonas de precios puede incrementarse temporalmente la volatilidad.
Predisposición lateral del S&P500. En caso de superar los 4.048 recuperaríamos la predisposición alcista. La pérdida de 3.786 alertaría de riesgo de nuevas caídas.
Dow Jones y Nasdaq mantienen mayor debilidad, al situarse claramente por debajo de los niveles de control situados en 31.707 y 12640, respectivamente.
El Oro mantiene la predisposición bajista de la semana pasada al situarse por debajo de los 1.851 dólares. Lo mismo sucede con la plata, que se encuentra por debajo de los 21,6 dólares. El Brent, por su parte, continúa por encima de los 76,1 dólares de control, por lo que nada cambia en cuanto a su predisposición alcista.
En el mundo crypto, la predisposición seguirá siendo de debilidad mientras Bitcoin no supere los 47.933 y Ether se mantenga por debajo de los 2.109 (sin cambios respecto de la semana anterior).
Actualizamos a continuación los niveles de prealerta más relevantes para la semana entrante, donde indicamos para cada uno de estos activos qué niveles, en caso de vulnerarse o superarse, podrían dar lugar a movimientos significativos.
¡Buena semana y buenas inversiones!