Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
- 12º criptomoneda líder en una clase de élite
- El Dogecoin comenzó como una broma...
- ... Pero la acción del precio ha sido vertiginosa
- Ejemplo modélico de la criptoespeculación
- Musk contra los reguladores por la futura “criptomoneda del pueblo”
El comienzo de 2022 ha sido difícil para la clase de activos de las criptomonedas. Aunque la volatilidad extrema puede ir en ambos sentidos y todavía estamos en la primera parte del nuevo año, la clase de activos sigue sufriendo la corrección que siguió a los máximos históricos registrados por el Bitcoin y el Ethereum el 10 de noviembre de 2021.
Ese día, las principales criptomonedas registraron máximos históricos y luego revirtieron su rumbo, estableciéndose por debajo de los mínimos de la jornada anterior, lo que supuso un par de patrones de inversión bajistas clave. Sus precios se redujeron a más de la mitad la última vez que registraron mínimos y están mucho más cerca de los mínimos de enero de 2022 que de los máximos de mediados de noviembre.
El Dogecoin (DOGE), por otro lado, alcanzó máximos históricos en mayo, meses antes de que el Bitcoin y el Ethereum alcanzaran sus picos más recientes. El DOGE es la criptomoneda que utiliza al simpático perro Shiba-Inu como mascota y marca, y es una criptomoneda de primera categoría y su capitalización de mercado se incluye en el 99,93% superior de la clase de activos.
Desde mayo, el DOGE se ha mantenido en una tendencia bajista, registrando máximos y mínimos más bajos. Por el contrario, las dos principales criptomonedas se han recuperado de sus mínimos llegando a alcanzar la mitad del valor de sus máximos.
El 8 de febrero, el DOGE cotizaba a menos de una cuarta parte del nivel alcanzado en mayo. Sin embargo, su capitalización de mercado la sigue situando entre las 10 primeras criptomonedas de la clase de activos.
12ª criptomoneda líder en una clase de élite
El DOGE sigue siendo uno de los pocos elegidos de entre la clase de activos de las criptomonedas, y ocupa el puesto número 12 en la lista.
Fuente: Investing.com
Como muestra el gráfico, a 15,66 céntimos por token el 9 de febrero, la capitalización de mercado del DOGE ascendía a más de 20.780 millones de dólares. De las más de 17.400 criptomonedas, sólo 19 valían más de 10.000 millones de dólares, y 88 tenían una capitalización de mercado superior a los 1.000 millones de dólares.
El Dogecoin comenzó como una broma...
La duodécima criptomoneda más importante comenzó como una broma sobre esta clase de activos. Los ingenieros de software Billy Markus y Jackson Palmer crearon el sistema de pago Dogecoin a finales de 2013 como una broma.
Markus, un programador de IBM (NYSE:IBM) de Portland, Oregón, quería diferenciar su criptomoneda del Bitcoin, que era misterioso y muchos dudaban de la existencia del creador del token, Satoshi Nakamoto. Palmer, que trabajaba para Adobe (NASDAQ:ADBE), compró el dominio dogecoin.com, utilizando el perro Shiba Inu como mascota. En dogecoin.com, la foto de la mascota ocupa un lugar destacado, y la descripción dice:
"Dogecoin es una moneda digital de código abierto, peer-to-peer, y es la favorita de los Shiba Inus en todo el mundo".
... Pero la acción del precio ha sido vertiginosa
A pesar de la criptoparodia, la acción del precio del DOGE ha sido de todo menos una broma. Markus y Palmer probablemente se han partido de risa con el éxito del token digital que crearon como una parodia intelectual del Bitcoin.
Fuente: CoinMarketCap
El gráfico muestra que el valor del DOGE fue de una fracción de un centavo desde diciembre de 2013 hasta principios de 2021, cuando superó el nivel de un centavo. El DOGE registró máximos de 68,48 céntimos por token en mayo de 2021. Aunque el precio bajó más de un 77% desde los máximos de mayo, el DOGE sigue estando muy por encima de sus niveles de precio entre 2012 y principios de 2021.
Además, una capitalización de mercado de más de 20.000 millones de dólares no es para reírse. La capitalización de mercado del gigante de los materiales United States Steel Corporation, con sede en Pittsburgh, Pensilvania, , que cerró ayer en 23,19 dólares por acción, asciende a 6.270 millones de dólares, lo que significa que el DOGE vale más del triple que el productor industrial de materias primas.
Ejemplo modélico de la criptoespeculación
La popularidad del Shiba Inu se ha disparado junto con la capitalización de mercado del DOGE. El perro no es sólo la marca del token, sino también un ejemplo de la salvaje especulación endémica de la clase de activos de las criptomonedas.
La mayor parte de las más de 17.400 criptomonedas que flotan en el ciberespacio acabarán probablemente acumulando polvo cibernético los próximos años. Algunos de los tokens son estafas, mientras que otros no alcanzarán la masa crítica necesaria para funcionar como medio de intercambio.
A todo el mundo le gusta un mercado alcista, y los inversores y especuladores se han dedicado a comprar tokens por la moda casi a ciegas, pues buscan identificar y poseer la próxima criptomoneda que produzca rendimientos similares a los del bitcoin, el ethereum o incluso el dogecoin.
Musk contra los reguladores por la futura “criptomoneda del pueblo”
En 2021, la persona más rica del mundo, Elon Musk, dio un empujón al DOGE en Twitter (NYSE:TWTR), tras lo cual el precio del token se disparó. El 12 de septiembre, el fundador y director ejecutivo de Tesla (NASDAQ:TSLA) publicó una foto de la última incorporación a su familia.
Fuente: Twitter
Floki es un Shiba Inu de verdad. Cuando se le preguntó por qué respalda y es titular de DOGE, Musk respondió:
"Mucha gente con la que hablo en las líneas de producción de Tesla o de construcción de cohetes en SpaceX tienen DOGE. No son expertos financieros ni tecnólogos de Silicon Valley. Por eso decidí apoyar el DOGE. Me pareció la criptomoneda del pueblo".
Musk ha dicho que posee personalmente tres criptomonedas: Bitcoin, Ethereum y Dogecoin. Cada vez que tuitea sobre el DOGE, el precio tiende a subir. Cuando la revista Time eligió a Musk como persona del año 2021, el precio también subió.
Mientras tanto, muchos analistas de criptomonedas creen que Musk es un loco del DOGE, alguien que posee un porcentaje considerable del valor total de la criptomoneda. Puede que el hecho de que sea titular de esta moneda y los tuits que escribe sobre ello le provoquen ataques de apoplejía a los reguladores de Washington.
Los reguladores y legisladores han declarado que quieren "proteger al público" de la especulación salvaje. Sin embargo, la verdadera razón subyacente es que la clase de activos de las criptomonedas es un desafío al control del Gobierno sobre la oferta monetaria, la raíz del poder de un Gobierno. Las criptomonedas son una rama libertaria de la tecnología financiera o fintech que devuelve el poder a los individuos, ya que el valor de las criptomonedas va únicamente en función de las ofertas de compra y las ofertas de venta de los tokens.
Musk no es ajeno a los enfrentamientos con reguladores y legisladores. La SEC le multó y sancionó por sugerir a los vendedores en corto de Tesla que podría privatizar la empresa. También llamó a la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren "senadora Karen" y "fraude".
Cuando el senador de Vermont Bernie Sanders comentó que "Jeff Bezos y Elon Musk no pagan ni un centavo de impuestos federales", Musk le contestó: "Siempre se me olvida que sigues vivo".
Cuando los reguladores empiecen a ocuparse de las criptomonedas, el DOGE probablemente encabezará la lista, ya que es uno de los tokens más especulativos de una clase de activos plagada de especulación.
El pasado mes de septiembre, Musk dijo:
"No es posible, creo, destruir las criptomonedas, pero sí es posible que los Gobiernos frenen su avance".
Aun así, apostar contra Musk ha sido una propuesta perdedora. Su amor por el Shiba Inu, el DOGE y su capacidad de hacer zozobrar el barco plantean una batalla épica entre la criptomoneda que surgió como una broma y el deseo de los reguladores de poner una correa a la especulación.